¿Qué pasaría si la persona más importante en tu vida te olvida? ¿Si los momentos a los que te aferras nunca existieron? Solo quedarías perdido en el tiempo. Jungkook es mucho más que solo alguien a quien Taehyung ama, es por quien lucharía incluso e...
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Jungkook no salía del baño de hombres, Lisa había entrado a la fuerza y no nos dejaba pasar a Jimin y a mi. El mundo entero de Jungkook se había vuelto un caos debido a un maldito cartel. Lo primero que escuchamos fueron los golpes contra una de las puertas de madera, golpes que no paraban y la insistencia de Lisa porque se detuviera, luego de unos minutos supe que estaba llorando, podía oírlo desde afuera.
Realmente no tenía sentido llorar por alguien que te ha lastimado pero entendía que el corazón de Jungkook era un poco más sensible y dentro de su cabeza no cabía la posibilidad de que las personas sean egoístas. Si bien sabía que no tenía sentido llorar, en parte lo entendía, no me fue difícil deducir que aunque Jungkook se despidió de su ex novio, aún lo quería seguir viendo, quería saber que se encontraba bien, lo sé perfectamente porque me hubiera gustado que fuera así para nosotros también. Me hubiera gustado verlo reír y crecer aunque no me permitieran ser parte de su vida.
Decidí que quedarme a esperar que Jungkook se sintiera mejor no me daría respuestas, debía buscarlas yo solo. Caminé con dinero en mano hacia el mostrador, necesitaba saber que era todo ese show, ¿por qué preparar este tipo de espectáculo si ya habían dejado claro el hecho de no hablarse? ¿Eso no era suficiente?.
-¿A dónde vas, Taehyung? -Jimin había corrido para llegar a mi lado.
-A ver que es todo este circo absurdo. -dije entre dientes.
Si quería averiguarlo debía mantener la calma, la palabra siempre ha traído más beneficios que la violencia.
-Pero Taehyung, por favor tene cuidado. -dejé a Park detrás mío y entré a la cafetería con toda la seguridad que mi cuerpo me otorgó.
-Hola, un café cortado, por favor. -pedí en el mostrador ignorando a las personas dentro.
-En seguida jovencito. -me contestó la mujer mayor con una sonrisa.
Miré a mi alrededor para constatar que Jungkook no había vuelto a la cafetería, cuando, como si adivinara, me cruzo con la mirada de Yugyeom acercándose.
-Seguís vivo. -pronuncia con sorna.
-Todavía te duele, caminas tan despacio y cojeante. -sonreí de lado, había cumplido con lo que quería, al menos ese día.
-Yo no estuve a nada de morir, digo, ¿tus ideas se acomodaron luego del golpe?.
M generaba tanto asco pensar que estaba feliz de lo que había hecho, yo no lo había golpeado a matar, no justificaba la violencia ejercida por mis puños, pero yo no había intentado estrangularlo.
-¿Así que te vas? -pregunté tomando el café que la mujer que trabajaba aquí me había extendido, le dediqué una sonrisa como agradecimiento y volví mi mirada hacia Yugyeom.
