♔ Casa De Princesas ♔

·•La llave•·

Sonreí mientras subía mi vestido.

¿Quién habrá sido?

Me lo pregunté una y otra vez, descarté las opciones obvias, como Celeste y Soraya, ya que están en algo juntas... Solo quedan cuatro princesas más. Y el príncipe... Pero no creo, su voz sería fácil de reconocer ¿No?

Me tardó unos segundos vestirme y acomodar mi maquillaje, y al hacerlo noté lápiz de labios rojo.

Teniendo en cuenta que yo apenas me coloqué brillo esto es una pista a tener en cuenta.

Descarto al príncipe entonces, no le vi ningún lápiz labial.

Y casi por instinto pude saber quién fue.

Salí a buscarla, y la encontré en mi habitación. Fue más fácil de lo que creí.

- Allison, tardaste mucho en darte cuenta, pensé que ibas a deducirlo por mi voz... ¿No crees que es sexy?

- Sí, definitivamente. Pero no me siento cómoda sabiendo que fuiste tú.

- ¿Por qué? Pensé que mis intenciones habían sido obvias desde un principio
. ¿Es porque te gusta otra princesa?

- No es por eso... - Mentí - Simplemente no te veo como alguien con quién estar.

- No te preocupes, no busco eso. Solo quiero pasar ratos contigo. Quizás besarte un poco más... No lo sé.

- Pensé que estabas con Doreen.

- ¿Doreen? Solo es mi amiga, además creo que me odia, así que no se si ese término es correcto siquiera.

- Pero Eva... - Ella se acercó, tanto pero tanto que tuve que cerrar los ojos. Cuando los abrí simplemente había cerrado la puerta que se encontraba detrás de mí. Di un pequeño suspiro.

- Me aburro aquí Allison, vine por una chica, y realmente pienso que podrías ser la que busco.

Pero está mal, porque a mí no me gusta Eva... A mí me gusta otra princesa.
Pero no es traición... ¿O sí?

- Vamos, nadie lo sabrá. Esto te dará experiencia Allison, para cuando quieras que sea con amor, ¿Qué te parece?

- Está bien.

- Bien entonces comenzaré - Eva soltó el lazo de su vestido tan rápido como terminó la oración.

Era hermosa, es hermosa, y conociendola se mantendrá hermosa.

Quizás es porque es la primera vez viendo a una mujer semidesnuda, pero no puedo parar de mirarla.

Su ropa interior es reveladora, y eso en mi opinión, es fascinante.

La manera en la que camina hacia mí es hipnotizante, y la forma en que me habla es cautivadora.

Fueron tres pasos, ni uno más ni uno menos los que le llevaron a estar en frente de mí.

Me quité parte del vestido, porque quería cubrirme un poco.

- No te tienes que tapar, aún estando en la oscuridad pude ver tu cuerpo hace rato, eres una diosa.

Me quitó lo que me quedaba de ropa y comenzó a besar mi cuerpo.

Me apena decir las cosas que hizo después de eso.

Estábamos pasando un buen rato, hasta que sentimos el ruido de la puerta.

Alguien la había cerrado.

Salté de mi cama tapando lo que se veía de mi piel con una falda que encontré en el piso.

Eva parecía restarle importancia, y comenzó a besar mi cuello.

Pero tenía miedo, miedo real.

¿Y si fue el príncipe? Nos podría hechar.

¿Y si fue Estella? Nos castigaría.

¿Y si fue la chica  con la que prometí tener mi primer beso? Le rompería el corazón.

Me dio tiempo para vestirme y vestir a Eva, quién se negaba a vestirse sola, antes de que Estella abriera la puerta.

- ¿Qué hacen ustedes aquí? Mandé a alguien a buscarlas hace tiempo, ¿Acaso no escuchan cuando se les habla?

O sea que quién entró antes no fue Estella, sino alguien a quien ella eligió para llamarnos.

Quise preguntarle a quién había llamado para buscarnos, pero esa señora sí que es rápida.

- Bueno... Teniendo en cuenta tu preocupación por si nos descubren dudo que quieras que se repita ¿Estoy en lo cierto? - Yo asentí apenada - No te preocupes, pasé uno de mis mejores momentos aquí, eres una belleza, y una mujer muy sexy. Sobretodo cuando usas tú pijama de flores.

¿Pero cómo supo que uso ese pijama?

- Espera ¿tú-

- Shh - dijo mientras ponía su dedo en mi boca - Una maga no revela sus secretos.

- ¿Me espías en la noche?

- Y también en el día.

- ¡Eva! - De pronto comenzó a reír, por lo que entendí que todo esto era una broma.

- Claro que no te espío.

Yo reí al darme cuenta que había caído en la broma, pero justo antes de irse me dijo.

- Pero lo que más me gusta es cuando cambias de ropa.

La voy a matar.

Se fue riendo la muy tonta... Tendré que cerrar la puerta mejor.

Ahora sí, a ver qué quiere Estella.

Me encontré primero con Clara. Me preguntó dónde había estado todo este tiempo. Tuve que mentirle, dije que en el baño con problemas de estómago, pero no parecía muy convencida con mi respuesta.

Me senté al lado de Tiana, ya que Clara parecía un poco enojada conmigo por lo que le dejé tener su espacio personal y se sentó con Doreen.

- ¿Cómo estás? - Le pregunté a Tiana.

- Bien.

Supongo que todas están en mi contra ahora, ni siquiera sé que hice.

- Bueno chicas, las mandé llamar porque como podrán ver se acerca la noche, y lamentablemente el sillón no es para nada cómodo. Estaría necesitando dormir en una de sus habitaciones, y para ello cree un juego.

Miré a Doreen, esperando la burla o comentario sarcástico, pero nunca llegó. En cambio me miró y parecía que quería cortarme el cuello, realmente parecía enojada, me asustó.

¿Acaso hice algo malo?

- El juego consiste en que cada una de ustedes deberá tomar un trozo de pastel, ya que debajo de uno de ellos hay una llave, y eso significa que esa persona se ganará la llave a mi corazón.
Nos miramos extrañadas hasta que el príncipe rio.

- Era un chiste chicas - Ante nuestra nula respuesta él siguió hablando - Si la llave está debajo de la rebanada de torta que una de ustedes eliga entonces dormiré en su habitación.

Apreciaba que el príncipe quería establecer una relación con nosotras pero a su vez era vergonzoso.

Nadie parecía tener un argumento en contra de Agustín, todas estábamos sentadas en un silencio sepulcral que se rompió con el rechinar de los dientes de Estella, que se encontraba en contra del juego, ya que seguramente lo consideraba inmaduro.

Cada una seleccionó un trozo, y a la hora de levantarlo no quise tener los ojos abiertos, aunque Celeste no se tomó ni un segundo en revelarmelo.

- ¡Qué envidia Allison!

Menuda noche pasaré hoy.