♔ Casa De Princesas ♔

·•Un nuevo comienzo•·

- ¡Felices veintiséis Alli! - Clara corrió hacia el gran prado donde me encontraba, casi se tropezó con su vestido, aún seguía siendo la misma Clara de hace tres años.

- ¿Llegué muy tarde? - Preguntó alarmada.

- Llegaste justo a tiempo - Le contesté mientras sacaba la tierra de su vestido de seda - No tenemos mucho tiempo de festejar, tenemos que ir a la boda.

- Me sigo preguntando por qué quedó justo este día - Dijo Clara suspirando.

- No es su culpa, es muy difícil conseguir disponibilidad para una boda - Respondí acomodando mi corona de flores.

- ¿Y tú qué sabes de disponibilidad de bodas? - Clara hizo una sonrisa pícara y echó una risa - ¿Estás planeando casarte con alguien? ¿Conmigo?- Le respondí con una risa y golpe de hombro - Si me hubieses pedido hace tres años casarte conmigo te hubiese dicho que sí, ¿Sabías eso?

La miré con los ojos saltones, nunca había sospechado un enamoramiento de Clara... Quizás por momentos pero nada serio.

- Pero en ese entonces estabas con Tiana, así que no interrumpí, además ahora estoy enamorada de otra chica.

Abrí la boca muy grande, Clara nunca me había hablado de una chica nueva.

- Cerrá esa boca - Me elevó el mentón mientras sonreía - Se llama Simone, igual no es nada oficial.

- ¿Desde hace cuánto me ocultas esto? - Pregunté fingiendo estar ofendida.

- Unas semanas, por eso te digo ya que te conozco, no te emociones Alli. ¿Y tú cómo estás con Tiana? Hace tiempo no la veo.

- Estamos de maravilla por suerte, ¿Recuerdas la pelea antes de la protesta de hace tres años? Dónde pensé que me había terminado.

- Cómo olvidar ese día - Me dijo mirando hacia el cielo.

- Bueno, ahora llevamos nuestra vida en un ritmo más tranquilo, ella está resolviendo sus problemas en el psicólogo, y eso la mantiene ocupada, quizás por eso no te la has topado, pero te invitaremos a nuestro departamento otra vez sin duda.

Revisé el reloj al lado del marco nupcial, ya llegaba la hora. Podía ver a Tiana acercarse con un ramo de flores, se veía fantástica, engordó algunos kilos, así que ya no está extremadamente flaco, se encuentra más sana y sobretodo, más feliz, amabas lo estamos. Ella trabaja de nutricionista, y atiende el mismo hospital que mi madre. Ah me olvidé de contar ese dato, ¿Qué logramos en estos tres años? Muchas más mujeres estudian las carreras que les gustan y se reciben de ello. Mi madre por fin es doctora, yo estoy a punto de recibirme de abogada, supongo que siempre quise luchar por la gente, y esto me ayuda bastante a lograrlo.

Y un dato muy importante que van a ver ahora, el matrimonio igualitario está permitido en Siara, no fuimos solo nosotras, muchas más personas intervinieron y por fin está comenzando a ser bien visto. Hoy por ejemplo, se casan dos de mis amigas, Soraya y Celeste. No podría estar más contesta por ellas, llevan siendo novias en secreto por mucho tiempo, era hora de actuar.

Comenzaron a sonar las campanas, estaban los padres de ambas novias, lo cual había sido un gran logro según Celeste, sus padres estaban levemente en contra, pero eligieron la felicidad de su hija por sobre todas las cosas.

Sus padres las llevaban al altar al mismo tiempo, mientras que una dulce niña tiraba pétalos de flores en el pasillo.

Se escuchaban los silbidos, los pájaros parecían cantar y una brisa del verano mismo inundaba el lugar.
Expresé mi felicidad siendo la que más aplausos hacía, y las miré a los ojos dándoles una sonrisa mientras tomaba la mano de Tiana.