·•Adiós Tiana•·

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No hubo tiempo de discutir mucho mi elección.

Agustín el mismo día que dije que me casaría con él tomó un bote y una vez estando ambos en él comenzó a remar.

Me había despedido de todas y todos. Aunque esto no era algo permanente, pues yo mantendría el contacto.

Clara, quién no estuvo presente en mi despedida se enteró a través de una carta que dejé en su almohada. Había decidido no despertarla, por más de que eso la haría enojar mucho, ya que nunca le consulté sobre mi ida.

Mi madre lloró desconsolada, aunque bien sabía que esto nos ayudaría, económicamente.

Ella en serio no me quería lejos otra vez.

Grayson por su lado me abrazó pero no pudo verme irme con facilidad.

Nuestra antigua casa fue arreglada, y ambos pudieron regresar. Ya nadie tendría que estar más en esa residencia.

Cada princesa y empleado volvió a su casa, y déjenme decir que fue una despedida hiriente y triste.

Acordamos rápidamente en mi despedida que cada una volvería a su castillo o casa, y que mantendríamos nuestras relaciones ocultas hasta que yo tome medidas estando infiltrada para prevenir cualquier tipo de agresión que podrían sufrir por básicamente amar a alguien del mismo género.

No sabemos cuánto puede llegar a tardar, así que organizamos que una vez a la semana se pueden encontrar todas en mi casa, ya que mi familia es la única que sabe de la sexualidad de todas. Aunque esto pone en peligro a mi familia, no es algo realmente importante, no sé sabrá públicamente, ni siquiera el motivo de la reunión.

Intentaré asistir, pero no sé cómo me libraré del castillo.

¿Dónde estoy ahora?

En mi nuevo dormitorio, que comparto con Agustín. Esperando que Tiana salga de donde sea que esté.

Tengo puesta ropa de Agustín ya que ni tiempo de dio de empacar y mi vestido en el bote se ensució con lodo, cosa que no me importó, pero no pensará lo mismo la reina.

Agustín fue a buscar a su madre hace aproximadamente quince minutos, me estoy poniendo muy nerviosa, ¿Y si fue toda una trampa? ¿Y si Tiana no está aquí?
Cosas como esas pienso en este momento.

Pronto siento que abren la puerta.

- ¡Tiana! - Grité al verla entrar al lado de Agustín.

Aproveché que la reina no estaba y me abalancé sobre ella, se veía un poco pálida, pero así había estado los últimos días. Tenía puesto un vestido diferente al de la última vez que la ví, este era sencillo y me atrevería a decir humilde, algo que la reina no usaría.

Su cabello enredado, y ojeras presentes bajo sus hermosos ojos.

No estuvo durmiendo bien.

- ¿Cómo estás Tiana? ¿Bien? - Le pregunté apurada y nerviosa. Ella parecía desanimada y mucho menos emocionada que yo de verme.

- Estoy bien Allison - Tosió seguido a esa oración, y tomó mi mano, lo que me dio esperanzas - Pero necesito que te vayas.

Automáticamente mi sonrisa desapareció, ni siquiera debería de saber por qué estoy aquí, no quería que se sintiese culpable por lo que pedí que no le avisaran.

- ¿Sabés por qué estoy aquí? - Ella asintió cansada, y yo comencé a enojarme, quizás ahora ella esté demasiado triste, tanto que ni me ve a los ojos - Escúchame Titi, saldremos de esta, ¿Sí? - Ella soltó mi mano pensativa, y me abrazó, con la poca fuerza que quedaba en su cuerpo luego de haber estado encerrada en una habitación enferma y envenenada por tres días.

- ¿Titi? - Preguntó en mi oído, podía escuchar una pequeña risa de su parte.

- Tú me dices Alli, te diré Titi, pero solo en ocasiones especiales, porque no quiero que se gaste - Dije riendo.

Agustín miraba la escena desde lejos, su rostro indescriptible solo sonrió cuando lo voltee a ver. Y desapareció de la habitación.

- ¿Cómo te trataron? - Pregunté intentando sonar tranquila, aunque no lo estoy, porque sinceramente estoy tan consternada por su salud que no me alcanzan las palabras.

- No me dejaron salir, pensaron que escaparía, pero me dieron la cura del veneno el mismo día, solo que yo ya estaba débil, por lo que me costó recuperarme... - Ella se calló por unos segundos - Ay Allison te extrañé tanto - Aún abrazadas sentía lágrimas frías caer en mis hombros, y escuchaba cómo sollozaba - Mi familia... Ellos no saben ni siquiera dónde estoy.

- Yo les conté todo, evité mencionar por qué estabas aquí, para no preocuparlos. Por cierto, también te extrañé, pero las buenas noticias son que nos podremos ver, si es que me dejan, al menos una vez a la semana, además te enviaré cartas cada vez que pueda.

- No puedo creer que hagas esto por mi... Nadie ha hecho algo así por alguien como yo.

- Yo haría todo por ti, además es a mi a quien quieren, yo tengo la culpa - Ella suspiró a mi lado - ¿Sabés? Aún tenemos pendiente nuestra primera cita.

- ¿Crees que nos dejarán?- Cuestionó ella.

- Es lo mínimo que pueden hacer.

Ambas sabemos que nuestra relación está en peligro, que si bien jamás me enamoraré del príncipe seré su prometida, y que será muy difícil seguir viéndonos. Pero creo que ambas preferimos omitirlo y no darle un final oficial a nuestra relación, dejarla en suspenso.

Le expliqué a la reina y a Agustín que iríamos a dar un paseo en bote. A lo que la reina enloqueció diciendo que eso sería imposible porque escaparíamos, así que le pidió a uno de sus empleados que conduciera un bote más grande y nos diera un paseo corto, demasiado corto para mi gusto.

Empezaba a caer la noche, solo teníamos veinte minutos para despedir una relación de meses.

- Y entonces Teodoro ahora está viviendo en mi casa temporalmente, dice Grayson que suele andar en ropa interior y que en las noches dice "Agustín", no sabe qué es peor - Concluí con una risa.

- Realmente tienes un amigo divertido - Dijo ahogando su risa con una copa de vino.

Nos quedamos en silencio, habíamos reído mucho, pero poco habíamos hablado de nuestro futuro.

- Allison...

- ¿Qué? - No quería que se convirtiera en una situación tensa.

- ¿Estamos terminando? - Bajo la luz de la luna veía como sus ojos cristalizaban mientras tomaba otro sorbo de vino.

¿Cuál era la respuesta correcta?

Decirle que sí, y ayudar desde el poder a todas las personas menos a ella.

O decirle que no, y probablemente que sea una mentira.

- Tiana, haré todo lo posible, ¿es muy egoísta pedirte que me esperes?

- Lo que necesites amor - Una de las primeras veces que ella me llama así.

La besé, fue una escena de película bajo las estrellas.

El conductor del bote estaba dando la vuelta.

Y al momento de despedirnos solo pude decirle

"Adiós Titi"




Stay healthy 🌷 - Lea

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