♔ Casa De Princesas ♔

·•A remar se ha dicho•·

- ¿Qué pasó Alli? - Preguntó Clara mientras me abrazaba en el jardín.

- ¿Crees que alguien a quien quieres mucho puede lastimarte?

- La verdad es que sí, creo que alguien que te quiere puede lastimarte aún más que alguien que no lo hace, porque te conocen más y saben tú punto débil.

- Pero no entiendo por qué lo hizo...

- ¿Hacer qué? - Si bien Clara es y será mi mejor amiga, no sé si estoy lista para hablar de esto con ella.

- Nada, cosas entre yo y Tiana - Mentí para no hacerlo muy obvio.

Estos días me estuve preguntando cómo Clara superó, si es que lo hizo, su enamoramiento hacia mi.

- ¿Tú eres feliz con Tiana? - Preguntó Clara aún abrazándome.

- Sí lo soy - Sentí cómo Clara me abrazaba más fuerte y lanzaba un suspiro al viento.

- Eso es lo que importa Alli - Susurró, luego me soltó y me miró a los ojos. Nunca se había encontrado tan cerca de mi - Aunque si ella te lastima, entonces no lo vale.

Me miró de una manera rara, como si quisiera que le dijera que es verdad lo que decía. Por lo que decidí contarle, evitando varios detalles, la verdad, así no pensaba que yo estaba siendo lastimada por Tiana o algo así.

Ella en silencio asintió a cada oración que yo culminaba, y mientras yo lloraba ella secó mis lágrimas.

Clara, la primera persona a quién le cuento esto.

Luego de unos largos minutos ella me dijo que seguramente Cynthia haya tenido una razón, y que debía averiguarla, también me repitió varias veces que ella jamás me traicionaría, lo que agradecí únicamente mentalmente.

Al entrar me encontré con Tiana, quién tejía algo en el sofá. Ella miró la mano que tenía entrelazada con Clara, la cual instintivamente solté sin saber por qué, y ella prosiguió tejiendo.

Me despedí de Clara y me senté junto a Tiana para ayudarla, aunque claramente nunca seré buena en esto.

- ¿D-de qué hablaban? - Preguntó tartamudeando - No es que me interese... Bueno en realidad es justamente eso, pero no tienes que contarme... Aunque agradecería que lo hicieras - Tiana se enredaba con sus propias palabras, así que le di un pequeño beso en la mejilla y le acaricié el rostro.

No quiero contarle a Tiana la verdad, se podría preocupar por mi y por mis miedos.

- Hablábamos de que hoy Estella mencionó un viaje, y estamos muy emocionadas. Será en bote - Mientras hablaba con Clara la había escuchado decirle eso a Eva.

- ¿Irás conmigo? No tengo mucha fuerza como para remar yo sola - Dijo ella. Y es que es verdad, me gustaría que Tiana hiciese más ejercicio y comiese más, la noto muy delgada y débil, quizás por el estrés que estamos viviendo estos días. Ahora yo le preparo el desayuno más de lo que ella lo hace, me aseguro de que se encuentre bien.

- Claro que sí preciosa - Le acaricié con la yema de mis dedos su brazo, su delgado brazo. Y me acerqué para darle otro beso, pero esta vez se me adelantó y me lo dio ella. Cada vez que lo hace me recorre en el cuerpo algo parecido a un choque de electricidad, que me da energía.

Estella comenzó a llamarnos a cada una de nosotras, incluyendo a mi madre, a Grayson, el príncipe y a Teodoro.

Nos comentó de que elle prefería ir hacia el palacio que esperar a que el rey y la reina tuvieran que venir aquí.

Ellos viven en una isla muy cercana al pueblo, tienen una casa que es tres veces más grande que esta enorme residencia. Y viven solos, con su personal por supuesto.

Nadie cuestiona eso... Es decir, el pueblo vive a duras penas con lo que tienen mientras que quienes gobiernan  viven aislados en su isla privada... Y es de hipócrita decirlo llamándome a mi misma princesa, pero es que el único beneficio que tengo es una vez al mes reunirme con otros cabezas huecas a cenar, codeandome con gente que sí tiene mucho dinero, mientras que yo no tengo, porque no me dejan trabajar y porque a mi madre tampoco.

Ella estudió medicina para únicamente cuidarnos, ya que lo máximo que hace es ayudar en la enfermería, ganando un poco de dinero, aunque no mucho, y no es un salario fijo, como para decir que es su trabajo.
Grayson es quien puede trabajar, y gana mucho dinero, es periodista, él mismo fue quien en el periódico años atrás publicó la noticia de nuestro padre siendo arrestado injustamente... Claro que era nuevo en el trabajo y eliminaron el periódico rápidamente.

A lo que quiero llegar es que por más de que me vista bien, y sí sea privilegiada, no puedo tener cargos importantes porque soy mujer y de la nobleza, daría todo por no formar parte de esto. Trabajar y dedicarme a algo que me guste.

Aunque sé que hay gente pasándolo mucho peor, y eso no está bien.

Por eso es que me molesta que ellos vivan aislados de la realidad del día a día. No son buenos para gobernar... Pero no soy quien para sacarlos de su posición.

Aunque si fuese la reina...

Estoy pensando tonterías, y mientras lo hago ya todos están subiendo a sus respectivos botes.

Los conducimos nosotros mismos para no llamar la atención básicamente.

En mi bote estoy con Soraya, Tiana y Grayson.

No sé qué hacen él, mi mamá y Teodoro aquí, pero supongo que forman parte de esta "revolución".

- Grayson - Por suerte Soraya y Tiana estaban distraídas, Soraya le contaba sobre su desconformidad acerca de las diferencias entre clases sociales y que siguieran existiendo aunque hayamos como pueblo evolucionado, Tiana asentía mientras aprendía maravillada. Soraya es definitivamente una chica revolucionaria.

- Seré breve y conciso - Contestó él a mi lado mientras remaba - No sé si soy gay, si soy bisexual, o no sé qué otra cosa más. He estado con muchas chicas, pero ya no me interesan igual que antes... Busqué en internet, puedo ser asexual, pero no me cierra del todo ese concepto, por lo que probé algo con Agustín. A él también le sirvió porque me dijo que quería olvidarse de alguien, ahora supongo que hablaba de ti, en fin, menudo heterosexual olvidándose de una chica con un hombre... - Grayson rio con su característica voz grave y continuó remando.

- Pero... ¿Él te interesa? - Pregunté, sinceramente no quiero que se involucre con el príncipe porque en secreto me gustaría que el príncipe estuviese con Teodoro.

- No... Así que me doy por asexual o simplemente un chico cansado de ser tan deseado por todas las chicas del pueblo - Dijo en un tono gracioso, por lo que le di un codazo.

- ¡Gracias a Dios! - Gritó Teodoro, quién estaba en el bote de al lado, supongo que debimos haber hablado más bajó.

Me reí al verlo hacer una clase de baile de la victoria, sabiendo que él tenía el camino libre con Agustín. Mientras que el anteriormente mencionado lo miraba desde el primer bote con cara de susto.

Se verían lindos juntos.