— Bien, ya estoy listo —sonrió.
— Perfecto, Bri, ¿vamos a buscar a Roger o lo verás allá? —preguntó su madre.
— Lo veré allá —respondió.
— Entonces subamos y vamos —dijo su padre dedicándole una cálida sonrisa.
Brian subió al auto acompañado de sus padres, últimamente se había unido a ellos, por lo cual entablaron conversación en el camino.
— No puedo creer que ya estás entrando a la universidad —sonrió su madre con cariño—. ¿Recuerdas cuando entró al preescolar, Harold?
— Oh lo recuerdo —respondió el hombre también sonriendo—. Te pusiste a llorar.
— Sí... —dijo Brian.
— Eras muy pequeño, no tienes que avergonzarte —repuso su madre—. Y ahora estás tan grande y apuesto.
Brian sonrió.
— Gracias, mamá —pronunció con sinceridad.
— Cuida a Roger —le dijo esta vez su padre—. Te necesita.
— Lo sé —respondió—. Haré todo lo que pueda por cuidarlo.
— Y así es como te crié —dijo su madre satisfecha.
— ¿De verdad no les molesta? —preguntó Brian.
— ¿Qué cosa, cariño? —preguntó nuevamente Ruth, su madre.
— Que esté con Roger —respondió.
— Por supuesto que no —respondió Harold.
— Te queremos de cualquier forma, hijo —corroboró Ruth—. Además es muy educado y amable, justo lo que necesitas.
— Y ya lo sospechábamos de hacía meses atrás de que nos dijeras —Harold se encogió de hombros.
— ¿¡Ah!? ¿De verdad?
— Te oía hablando por teléfono con él, cielo —explicó su madre con dulzura—. Así que tu padre y yo hablamos y quedamos en que fuese lo que fuese te íbamos a apoyar y te daríamos el tiempo para decirnos.
— Ya veo... —dijo.
— Además los vimos besándose en el jardín.
— ¡Harold! —exclamó su madre y el padre rió mientras Brian enrojecía y se tapaba la cara con las manos—. Oh Bri, no estes así, a todos nos pasa.
— Está bien —dio una risa nerviosa.
El trayecto duró un rato más, y cuando llegaron, bajaron el equipaje y Brian se inscribió, luego de despedirse de sus padres y de subir a lo que sería su habitación —cuyo segundo dueño aún era desconocido para él—, y se dispuso a llamar a Roger para saber si ya había llegado.
— Hola, bebé —saludó cuando el contrario respondió—. Ya llegué, ¿y tú?
— También —respondió el rubio al otro lado de la línea.
— ¿Y en qué parte estás? Estoy ansioso por verte.
— Por ahí —respondió.
— ¿Ah? ¿A qué te refieres? —preguntó, mientras sentía pequeñas risitas al otro lado de la línea—. Roger, me estás asustando.
— No creo.
— Sí, lo estás haciendo.
— Pues en ese caso...
YOU ARE READING
Grown Up [Maylor]
FanfictionPorque la rosa negra que clavaba sus espinas sobre el trigo que flotaba en el agua se fue, siendo reemplazada por lo que su corazón merecía. [Iniciada 16 de septiembre de 2019] [Segunda parte de Childish] [Portada por @NoahIsntReal]