Grown Up [Maylor]

14

Se quedó viéndolo irse por un rato. Incluso cuando ya se había ido permanecía allí, con el recuerdo de quien amó yéndose de su vida. No entendía por qué había dicho todo lo que dicho. La rabia lo había cegado. Había provocado que dijera cosas hirientes y falsas. ¿Por qué?

Roger ya se había ido probablemente estaría en su habitación. Un día sábado que ambos recordarían de forma triste.

Sintió que le palmeaban la espalda y miró a ver quién era; Jeff le sonrió y al ver su expresión cambió esta misma a una preocupada.

— Wow ¿estás bien? —preguntó.

— Sí —murmuró.

— Pareciera que no...

— Acabo de terminar con Roger —soltó.

— Pero tú querías terminar con él, ¿no es así?

— ¡No...! Yo... yo... —se llevó el puño a la boca—. ¡Y-ayo lo amo!

— ¿Y por qué dijiste lo contrario ayer?

— ¡Estaba ebrio!

Jeff suspiró.

— Brian, Brian, Brian...

— Al diablo, quiero estar solo —se fue a encerrarse a su habitación.

No entendía por qué había dicho todo aquello. Sin embargo, el daño ya estaba hecho. Seguramente Roger no lo perdonaría.

(...)

Seguía recostado mirando al techo mientras sentía que las lágrimas rodaban por sus mejillas, se las limpiaba rápidamente y cerraba los ojos.

Tenía diez llamadas perdidas de Freddie, dos de John y cuatro de Jeremy. No las respondió. No tenía ganas.

¿De verdad era así? ¿De verdad era odioso, insoportable e inútil en la vida de Brian? ¿De verdad su amor no había servido para nada? ¿Sus besos? ¿Sus abrazos? ¿No habían valido nada?

Eres el amor de mi vida.

¡Mentira!

En su mente seguía repitiéndose esa frase seguida de esa palabra. Mentira. Como si aquellos tres años a su lado lo hubiesen sido. Como si los “te amo” no hubiesen sido reales.

Se volteó y abrazó una almohada mirando a la pared. Quizás en todo aquel tiempo Brian había estado con él por pena. O quizás había seguido con él por aquello. O empezado. No sabía. No sabía qué pensar, pero sí qué sentir. Quizás había exagerado. No sabía.

Pero ¿cuántas cosas le había aguantado por su estado? ¿Cuántas veces lo había dejado pagando? ¿Cuántas veces lo había ignorado? ¿Cuántas veces lo había ofendido? Además fue Brian quien le terminó, no él.

Tomó su celular para cambiar la foto sus fotos de perfil de él junto a Brian. No pudo. Apretó el ícono y de tan solo ver aquel día en la playa, aquel beso dulce que fue retratado e inmortalizado, y aquellas sonrisas en sus rostros, quiso llorar. Cerró los ojos, al abrirlos la fotografía seguía allí. No pudo dejar de mirarla por un largo rato, hasta que suspiró y echó la cabeza para atrás.

— Te amo —murmuró y se tapó el rostro para volver a sollozar.

No se había sentido así en muchísimo tiempo, por lo que era como volver a los fantasmas de su pasado. Unos fantasmas que espera ya olvidar.

(...)

— ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué!?

— Porque tú actuaste como idiota.