Grown Up [Maylor]

«51»

El día de la entrega de títulos llegó más rápido de lo esperado. Brian acompañó a su novio, ya prometido, a la ceremonia, en la cual hablaron el rector y el decano para dar sus respectivos discursos, y comenzaron a entregar los títulos. Roger se notó sorprendido y feliz —puesto que se llevó las manos a la boca, incrédulo—, cuando lo nombraron graduado con honores, y le entregaron su esperado título de biólogo. Michael le dio un pequeño golpe en el brazo, en señal de amistad.

La ceremonia fue algo lenta, pero cuando terminó, Brian fue a buscarlo y lo tomó para luego elevarlo levemente en el aire mientras giraban y al bajarlo, prosiguió a besar sus labios.

— Estoy orgulloso de ti, mi amor —le sonrió acariciando su mejilla.

— Y yo estoy feliz por nuestro futuro —le respondió emocionado.

Su madre, tíos, tías, abuelos y hermanos se acercaron a felicitarlo. Roger estaba más feliz que nunca, incluso más de lo que estaba cuando se graduó de la escuela. Sabía que ya era oficialmente un adulto, pese a tener aún veintitrés años, y que su vida y aprendizaje recién comenzaban. Sabía que ya podría trabajar oficialmente como un biólogo, quizás si tenía más dinero, podría sacar algún doctorado, pero por el momento, estaba feliz y quería que las cosas se quedaran como estaban.

— Roger —su padre lo llamó. El nombrado se sorprendió al verlo, pero sonrió y fue con él.

— Hola, padre —saludó mirando al piso algo nervioso mientras movía los pies aún de pie y sin caminar.

— Ya no me digas así —dijo—. Dime papá. Padre... eso es demasiado formal.

Roger lo miró con la boca ligeramente abierta y notoriamente sorprendido.

— Lamento no expresarlo nunca antes, pero estoy orgulloso de ti —dijo—. Y lamento como fui contigo por tanto tiempo. Eres alguien muy fuerte y no fui capaz de apreciarlo. Sobrellevaste la muerte de Clare mejor que yo... yo no pude simplemente y me desquité contigo desde que ella entró en coma. Aguantaste incluso cuando te traté mal o te humillé y... sé que probablemente no me perdones, y sé que lo merezco, pero sólo quiero que sepas que estoy orgulloso y te quiero mucho, hijo.

Roger no aguantó más y le dio un fuerte abrazo, mientras algunas lágrimas cayeron de sus ojos, lágrimas de felicidad y emoción, de saber que tenía a su papá devuelta, y de poder sentir nuevamente que este lo quería.

— Lamento ponerme sentimental... —rió un poco secándose los ojos con el dorso de la mano. Michael sonrió simplemente.

— Está bien, hijo, yo fui el que me equivoqué, y creo que no te lo dije, pero felicidades por tu compromiso, Brian de verdad te ama, y si eres feliz con él, yo también lo soy.

Y volvió a abrazarlo.

Tras la ceremonia, prosiguió una fiesta en casa de su madre. Le dieron numerosos regalos. Brian estuvo con él casi toda la noche. No podía dejar de mirarlo, con aquella sonrisa en su rostro y sus ojos brillando como dos estrellas reflejadas en el mar azul.

— Definitivamente eres el Amor de mi vida —susurró viéndolo conversar con Freddie y Michael desde un rincón.

— Entonces lucha por mantenerlo —William se puso a su lado.

— Eso haré —juró—. Lo haré por nosotros.

— Eso me pone muy feliz, Bri —le sonrió y le dio una ligeras palmadas en la espalda—. Dios quiera que a ustedes les resulte, sé que les resultará, no como a Lainey y a mí.

— Encontrarás a alguien, Will —dijo Brian—. Estoy seguro de ello.

William sonrió y asintió.