Grown Up [Maylor]

«49»

— ¿D-De verdad?

— Sí, Rog —sonrió un poco—. Quiero casarme contigo, que formemos una familia, que envejezcamos juntos, y que estemos juntos hasta nuestro último aliento. Así que... ¿Qué dices?

El rubio sonrió sintiendo el corazón latir más fuerte de lo que alguna vez lo había hecho y asintió varias veces con una gran y boba sonrisa en el rostro.

— ¿Sí?

— ¡Obvio que sí! —exclamó y lo abrazó por el cuello fuertemente para besarlo en los labios efusivamente. Brian correspondió sonriente y tomó su cintura acercándolo más a él, en un beso que duró todo el tiempo que sus pulmones lograron aguantar, y que los hizo sentir tantas cosas distintas, como nunca antes lo habían hecho.

Y tras separarse juntaron sus frentes y continuaron abrazados por largo rato.

— Creo que esto es un sueño —comentó Roger.

— ¿Qué? —rió Brian.

— Sí —sonrió—. Un sueño. Y cuando despierte estaré en un hospital sin piernas.

Brian se echó a reír y acarició su cabello.

— No, gatito, esto es de verdad —aseguró entre risas y besó su cabeza.

— No puedo creerlo... —sonrió feliz—. ¡Vamos a casarnos!

— ¡Es cierto! —se recostó en el suelo y dejó a Roger con la mitad superior del cuerpo sobre él, para luego acariciar su cabello—. Y no hubiese podido ser con nadie más que contigo.

— Opino lo mismo —dijo sin borrar la sonrisa que adornaba su rostro para luego besar sus labios castamente y cerrar los ojos. Brian correspondió.

— Oh, el anillo —dijo volviendo a sentarse junto con Roger, quien extendió la mano con emoción y dejó que Brian pusiera el anillo que representaría su futura unión, para que luego el mayor dejara un beso en esta, seguido de uno en sus labios—. No te imaginas lo feliz que estoy.

— Yo lo estoy más —aseguró.

— Lo dudo.

— Yo estoy tan feliz, que podrían asaltarme y seguiría sonriendo —dijo.

— Pues yo estoy tan feliz, que si me metieran en prisión, saldría sonriendo en las fotos.

— Estoy tan feliz que podrían descuartizarme y reiría mientras lo... ok, eso sonó jodidamente raro.

— Demasiado —Brian se echó a reír y besó nuevamente sus labios—. ¿Un empate?

— Me parece bien.

— ¿Es muy pronto para empezar a planearlo? —preguntó Brian. Roger rió un poco.

— No sé, ¿cuándo quieres?

— ¿Planearlo? Pues ahora...

— No, bobo —rió un poco— me refiero a cuando quieres casarte.

— Ah... —dijo—. ¿Mañana?

— No tenemos dinero —rió un poco.

— Bueno, iremos ahorrando —dijo.

— Ya tengo varias ofertas de trabajo. La universidad ayuda un poco a conseguir.

— Bueno, yo también comenzaré a trabajar el próximo año.

— Iremos ahorrando.

— Me precipité un poco, ¿no es así?

— Por supuesto que no, una boda no tiene que ser costosa —aseguró el rubio—. Nosotros siempre hemos sido simples.