«38»

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Cuando Brian abrió los ojos, lo primero que vio fue el blanco techo del hospital.

Miró hacia el lado, encontrándose con Roger durmiendo con su mano tomada. El rubio tenía la cabeza hachada hacia atrás y roncaba con la boca abierta. Sonrió un poco por verlo así y luego comenzó a preguntarse qué le había pasado.

Quizás me desmayé.

Claro, se notó conectado a varios aparatos y aquello hizo que se asustara un poco, pero mantuvo la calma. Mejor era intentar recordar lo que le había sucedido.

Bueno, aquello le fue bastante difícil.

Así que acarició la mano de su novio con el pulgar, quien despertó de súbito por las cosquillas.

— ¡M-Me quedé dormido! —exclamó escandalizado y luego notó que Brian ya estaba despierto—. ¡Mi amor! —lo abrazó fuertemente. Brian sonrió y lo abrazó devuelta.

— Hola, Rog —rió levemente acariciando su cabello para luego ponerle un mechón tras la oreja.

— ¿Cómo te sientes? ¿Estás muy adolorido? ¿Tienes sed? ¿Hambre?

— Rog —volvió a reír levemente.

— Si necesitas algo puedo llamar al enfermero. Hay un botón de pánico y...

— Rog.

— ... solo lo presionas, así llama a la enfermera y al doctor si es una emergencia...

— Rog —habló un poco más fuerte, él lo miró—. Estoy bien.

— ¿Seguro? Porque estuve muy preocupado de ti...

— Sí, mi amor—le sonrió—. Solo un poco mareado... ¿qué me pasó?

— Comenzaste a convulsionar —respondió Roger aún bastante pálido—. Llamamos una ambulancia... te dio una lesión craneal o algo así, es hereditario según me dijo tu mamá...

— Sí... a mi papá le pasó cuando yo tenía... unos... trece.

— Eso dijo... y... te tenían intubado. Anoche te sacaron el tubo y te dejaron sedado. Estuve esperando a que despertaras.

— Un momento, ¿cuánto tiempo llevo aquí?

— Dos días —respondió.

— Sigues con la misma ropa de cuando estuve enfermo el otro día..

— Ah, es que como era viernes, no he vuelto a la universidad —respondió con normalidad—. Quise estar contigo... y no te imaginas quiénes vinieron a verte.

— ¿Quiénes?

— ¡Freddie y John! —exclamó contento.

— ¿De verdad? Vaya...

— Dijeron que también vendrían hoy —sonrió y acarició sus rizos—. Así que podrás verlos.

— Eso me alegra mucho —sonrió Brian—. Ahora dame un beso, llevo dos días sin besarte.

Roger sonrió y rió por la bajo para luego obedecer abrazando suavemente su cuello. Aquello le ayudó a tranquilizarse y a confirmar la idea de que Brian estaba bien y estaba junto a él.

Nuevamente.

— Uy, consíganse un cuarto —comentó Freddie entrando. Roger dio un respingo separándose rápidamente con el rostro enrojecido. Brian rió un poco al verlo así y se llevó una mano a los ojos.

— Hola, Fred, también me alegro de verte —dijo.

— ¡Querido, ya despertaste! —exclamó y le dio un fuerte abrazo, Brian lo correspondió sonriendo.

Grown Up [Maylor]Where stories live. Discover now