«8»

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Mientras salían del lúgubre cementerio, los ojos hinchados del mayor posaban su vista en el suelo. Con Roger a su lado, y su madre al otro. Todos lo miraban con tristeza. Odiaba eso. Odiaba que le tuvieran lástima, sin embargo, él mismo la tenía hacia él en aquel momento.

Se sentía pésimo. Cada vez peor.

De todas formas, Roger seguía allí. Abrazando su brazo y haciéndole cariño en este de vez en cuando para poder expresarle su amor y apoyo. Lo agradecía y apoyaba su cabeza con la del menor de vez en cuando.

— ¿Bri?

Lo miró. Allí estaba, con sus ojos azules llenos de preocupación. Mirándolo.

— ¿Sí, mi amor?

— ¿Cómo estás?

Nadie le había preguntado a él cómo estaba. Era el primero que lo hacía, considerando que todos se referían a su madre, lo cual era comprensible.

— No sé, Rog... no sé —suspiró y se pasó una mano por el rostro.

— Te ayudaré a ser feliz, Bri —murmuró el menor apoyado en su brazo.

— Creo que lo vas a lograr —se atrevió a sonreír y besó su cabeza.

Roger lo abrazó mientras que Brian seguía tieso, sin embargo, este último no tardó en abrazarlo devuelta.

Lo necesitaba en aquellos momentos y allí estaba.

(...)

— Inicia el juicio de demanda por el caso de negligencia médica del hospital clínico de Londres.

Brian estaba sentado en primera fila. Su madre estaba sentada en el asiento del demandante. Roger no estaba, el mismo Brian le había dicho que no fuera para que pudiera estudiar para su examen final. Roger se había negado todas las veces, pero su novio le dijo que aquello era algo que debía hacer solo. No le quedaba otra.

Era un juicio lento, claramente, sin embargo, estuvo atento durante toda la duración de este, escuchando argumentos por ambos lados y como el juez mediaba cada vez que una discusión intentaba aflorar. Nunca había estado en un juicio real, solo los había visto en algunas películas, y honestamente le resultó estúpido. ¿Qué caso tenía? Su padre ya había muerto por culpa de aquel médico negligente.

Cuando salieron, con su madre comentaban lo sucedido.

— Mamá, ¿para qué hacemos esto? —preguntó.

— Para vengar a tu padre.

— Pero no tiene sentido alguno —suspiró—, quiero decir, esto no lo traerá devuelta.

— Lo sé, hijo... pero puede que evite que otros chicos como tú sufran esto. Puede que evite que más personas mueran o empeoren por la negligencia de ese hospital. Y... me ayuda a pensar que lo defendí. Por última vez.

Brian asintió mirando al suelo.

— Está bien, mamá —dijo—. Cualquier cosa que necesites... yo estaré allí.

(...)

— Hey, bebé, ya llegué —tocó su puerta y Roger abrió casi al instante.

— ¿Cómo les fue?

— ¡Del asco! —exclamó divertido entrando a la habitación y lanzándose en la cama de Roger, alejando los numerosos cuadernos y libros que estaban sobre esta. Roger lo miró extrañado mientras se agachaba a recogerlos y a dejarlos sobre una mesa.

— ¿Qué sucedió?

— Bueno, pues los asesinos que mataron a mi papá... bueno, "sus respetables médicos", aseguran que no estaba rotulado el componente... mi mamá revisó no sé cómo, parece que es James Bond... ¿entendiste? ¡James Bond! ¡Porque es espía! —se echó a reír.

Grown Up [Maylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora