ENCONTRÉ MI ONE PIECE (AcexLectora)

8. Vice Capitana

Pasaron aproximadamente 3 meses más, Yara seguía destacándose en la tripulación por su poder y además su inteligencia. La habilidad que tenía para crear planes y estrategias era muy buena y útil.

Barbablanca quería que Yara tuviese un puesto especial dentro de la tripulación para que pudiese aportar de mejor forma. Como era su enfermera personal, pasaban la mayor parte del día juntos, conversaban muchísimo y se tenían una enorme confianza.

El puesto de comandante de segunda división estaba disponible.

Yara se encontraba organizando los medicamentos que debía darle, mientras el la observaba pensativo.

-Hija -llamó su atención.

-¿Sí?

-Quiero ser directo contigo.

-Por favor -respondió ella, instándolo a que continuara.

-Quiero que...t-tomes el...-intentó hablar, pero comenzó a debilitarse y a desmayarse.

-¡Padre! -intentó ayudarlo Yara rápidamente.

Barbablanca perdió la consciencia.

Despertó horas más tarde, en su habitación estaban Yara y Marco conversando sobre el estado de salud del viejo.

-No he muerto aún -les dijo a ambos, asustándolos de paso.

-Ah, estás despierto -dijo Marco recomponiéndose -no has muerto, pero casi.

Yara comenzó a explicarle lo que le había ocurrido, el no le tomó atención, solo pensaba en lo trágico que sería que el muriera dejando a toda su tripulación a la deriva, necesitaba a alguien que pudiera tomar decisiones no muy distintas a su pensamiento y que pudiera mantener la compostura de la tripulación cuando el debiese ausentarse por su enfermedad, la cual cada vez era más fuerte.

-...¿Me has oído, viejo? -preguntó Yara con las manos en la cintura, algo molesta, ya que notó que la había estado ignorando.

-Sé la vicecapitana de la tripulación -le pidió Barbablanca.

-¿Que dices? -dijo sorprendida, no daba crédito a lo que oía.

-Vas a ser mi mano derecha.

-No, no, espera. -lo detuvo la chica- No puedes hacer eso, hay miembros que llevan mucho más años que yo y más experiencia.

-Pero yo te elegí a ti -le explicó- Como mi enfermera personal, me has escuchado hablar mucho y mis opiniones acerca de muchas cosas. Sé que podrás tomar decisiones lo más parecidas a las que yo tomaría y eres una estratega excepcional.

-No estoy preparada para un puesto tan importante, no diga tonterías- dijo la chica- Marco ha sido su mano derecha y su trabajo ha sido impecable.

-No cabe duda -explicó el capitán- Pero Marco es comandante de primera división y además médico y encargado de las enfermeras, no le haría mal una ayuda ¿No es así, Marco?

-¡Sí! -contestó alegre- Me encantaría dividir el trabajo contigo Yara. Siendo estratega, guerrera y médico eres perfecta para el puesto.

-No lo sé -respondió Yara dudosa- ¿Qué opinará el resto?

-Les caes fenomenal, no se harán problema -respondió Barbablanca tranquilo.

En ese momento, se puso de pie, dispuesto a salir de la habitación.

-¡No! ¿Qué haces viejo? ¡Debes descansar! -intentó detenerlo Yara, sin éxito.

Fuera de la habitación, estaba toda la tripulación expectante por saber de la salud de su capitán. Se había propagado rápido la noticia de que había tenido un desmayo y todos estaban nerviosos.