ENCONTRÉ MI ONE PIECE (AcexLectora)

23. Girasoles

Ace se sentó en la cama junto a ella, aún algo abrumado por la conversación que había tenido con Barbablanca y los pensamientos que ésta le trajo.

-¿Pasa algo? -le dijo Yara, quién había observado el comportamiento extraño de el desde que llegó a la habitación.

-¿Conoces algún matrimonio entre piratas? -preguntó de imprevisto.

Los ojos de Yara se abrieron como platos.

-No puede ser -puso una mano en su cara- ¿Te lo ha dicho también?

-¿E-eh? ¿Qué cosa? ¿Quién? -preguntó nervioso.

-No te sale mentir -dijo alzando una ceja- Dios, ese hombre es tan insistente.

-¿Te parece mal lo que dijo?

-Algo fuera de lugar, sí...

Ace sintió algo dentro de él romperse, ¿No le parecía la idea?

Bueno, para qué victimizarse, si había tenido un pensamiento similar.

En ese milisegundo, se arrepintió de haberse hecho pirata. Si le hubiese obedecido al viejo Garp ahora si podría casarse con la mujer que amaba y formar una familia...

-¡PERO QUE CARAJOS DICES, ACE! -lo reprendió su yo interno.

Claramente, estaba pensando estupideces.

-Maldita sea -pensó otra vez- ¿Por qué no se puede tener todo en la vida?

-¡Ace! -gritó Yara.

-¿Q-qué sucede? -respondió desorientado.

-¡Te hablé como cinco veces! -dijo preocupada- ¿Qué pasa, amor?

Ace suspiró. Yara entendió todo y lo abrazó.

Era común que no hubiera necesidad de palabras, se comprendían a la perfección solo con gestos o miradas.

-Me encantaría, Ace -dijo alejándose de el para mirarlo a los ojos- De verdad que sí, pero sería extraño, no lo sé...

-Lo entiendo, no es lo común que los piratas se casen -dijo Ace sonriendo.

Yara intentó esbozar una sonrisa, pero terminó siendo una mueca.

-Bien -dijo Ace dándole un beso rápido y poniéndose de pie- Quedé de verme con Deuce en un rato, va a reportarme sobre los entrenamientos, vuelvo en un momento. ¿Te quedarás aquí?

-Sí, es mi tarde "libre" -dijo haciendo comillas con los dedos.

-Okay, nos vemos luego princesa -dijo lanzándole un beso y saliendo de la habitación con una sonrisa.

Porque claramente, no iba a juntarse con Deuce.

-Padre -dijo entrando a la habitación de Barbablanca- ¿Cuál es el plan?

El viejo lo miró extrañado, pero luego entendió el sentido de sus palabras.

-Me alegra esta decisión -decretó- Veamos que podemos hacer...

Minutos más tarde, Ace bajó a la despensa del barco, donde Thatch se encontraba cuidando el pequeño invernadero que tenían para sacar especias y demases.

-¡Hey, Ace! -lo saludo su amigo- ¿Qué necesitas? Solo te pido que por favor no te lo comas todo, hombre.

-No es nada de eso -rió- ¿Te quedan flores? Oí que hace un tiempo plantaste un par.

-Creo que algunas dieron -respondió contento- ¿Alguna ocasión especial?

-Esto...-intentó buscar las palabras.