ENCONTRÉ MI ONE PIECE (AcexLectora)

Epílogo

Archipiélago Sabaody

Vistiendo una capucha blanca que ocultaba su rostro y cabello, cansada por el calor del lugar y el largo viaje, Yara, la llamada Princesa del Mar, llegaba hasta su destino.

Durante el tiempo que se mantuvo alejada del ojo del público, vivió, sufrió y aprendió muchas cosas.

Sentía un poco de miedo, de no poder estar a la altura de lo que su nuevo capitán esperaba.

O no poder cumplir la promesa que le hizo a su esposo antes de morir.

Sentía ansias de iniciar esta nueva aventura. Se preguntaba cómo sería estar en un nuevo barco, con nuevos nakamas.

Divisó el lugar a donde quería llegar.

"Bar de Shakky"

Entró, estaba algo oscuro y misterioso.

-Vaya, no me esperaba que llegaras tan rápido -le dijo una voz conocida.

-Ha pasado un buen tiempo -sonrió sacándose su capucha- No podía esperar a llegar.

-Me lo puedo imaginar -respondió Rayleigh- ¡Shakky, mira quién ha llegado!

-Te ves radiante, Yara-chan -le dijo Shakky apareciendo.

-Gracias -dijo sin borrar su sonrisa- ¿Dónde está el resto? ¿Ya llegaron?

-Eres la segunda -respondió Rayleigh.

-¿Ah, sí? ¿Quién fue el primero?

-Roronoa Zoro -respondió Shakky mientras fumaba.

-Lo suponía -rió Yara.

-Entonces -dijo Rayleigh sirviendo unas copas- ¿Por qué no nos tomamos un trago y me cuentas lo que hiciste en estos dos años? ¡Quiero saberlo todo!

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Al cabo de un par de días en los que Yara no hizo más que luchar con Rayleigh y aprender lo más posible de él, se encontraba en la costa del Archipiélago, un lugar que le traía bastantes recuerdos negativos.

El inicio de todo.

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-Ace y yo peleamos en una isla bastante lejos de aquí, perdió -le contó, sonriendo con maldad- Lo entregué a la marina, y adivina qué, ¡Soy Shichibukai!

Yara sintió que se le caía el mundo, no podía ser verdad.

-No me crees -le dijo Teach- Pues...-dijo recibiendo en sus manos de otro nakama el sombrero de Ace- Véelo tu misma -terminó de decir lanzándoselo, cayó en el suelo delante de ella.

Yara lo recogió, temblando.

-Se acabó, preciosa -le dijo Teach.

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La misma costa donde la tomaron presa, era donde estaba ahora mientras fumaba, pensativa.

Cuando estaba en el barco de Barbablanca solía fumar de vez en cuando, pero desde entonces no había tocado un cigarrillo.

Se puso de pie, ignorando todos los recuerdos malos, y emprendió camino hacia el Grove 42.

Donde debería estar el barco de Luffy.

No había querido ir a verlo antes, pues no lo conocía, y tenía el deseo de verlo con vida.

Es decir, con todos sus peculiares nakamas en él.