ENCONTRÉ MI ONE PIECE (AcexLectora)

17. Shinjira

-Vaya -dijo Meri- Parece que por fin pudiste superar a tu amigo muerto.

Ren, con rabia, se abalanzó sobre el dispuesto a darle un golpe en la cara. Pero Meri pudo detener su brazo en el aire.

-¿Te haces el valiente ahora? -rió- Siempre has sido un debilucho inútil.

Yara se dispuso a ayudarlo, pero hizo crecer el piso hasta el techo, bloqueándole el paso. La mujer volvió negros sus puños y atravesó el "piso" que ahora más bien parecía pared, llegando hacia Meri y botarlo, tomándolo del cuello y comenzando a estrangularlo.

-Se acabó, maldito desgraciado.

Meri apretaba fuerte los brazos de Yara esperando sacársela de encima, sin éxito. De pronto, alzó una de sus manos hacia el techo, haciendo que parte de éste cayera.

Yara sintió venir los escombros, sabía que los podría resistir endureciendo su cuerpo con haki de armadura, pero Meri no. Decidió en una milésima de segundo que se quedaría allí y en el último momento se haría levemente a un lado para que Meri recibiera la mayor parte del impacto.

Hubiese sido un plan de puta madre, si no fuera por un desesperado Ace que se lanzó a empujar a Yara para sacarla del lugar donde caería el pedazo de techo.

-¿Estás bien? -preguntó él.

-Amor ¡¿Qué hiciste?! -preguntó Yara alzando la voz.

-Ehm, ¿Salvarte? -dijo con un tinte de ironía- Se te venía un techo encima.

-Podía con eso, Ace -respondió la chica mientras acariciaba su rostro con cariño, reprimiendo las ganas de retarlo por ser sobreprotector y armar un tóxico escándalo.

Miraron hacia donde había caído el techo y vieron que Meri logró hacerse un lado y recibió una pequeña y mínima parte de el en su hombro.

Ren seguía helado, mirando la escena. Se repetía una y otra vez a sí mismo que no era débil, que podía pelear, que si era capaz.

En un acto casi involuntario, fue donde Meri intentaba ponerse de pie y le proporcionó una fuerte patada en el estómago.

Yara y Ace quedaron sorprendidos.

Meri se puso de pie con pesar, modifico el piso para que la pareja cayera a una especie de agujero y acto seguido, comenzó a golpear a Ren.

-Maldición -dijo Ace- ¡Ren!

-B-basta ¡Ah! -decía Ren- ¡Detente! ¡Para por favor!

Los gritos del chico eran desgarradores, y cada vez se hacían más débiles.

Yara comenzó a desesperarse, a este paso moriría. Ace la abrazó intentando contenerla, mirando hacia todas partes para pensar rápidamente qué hacer. La subió a sus hombros para hacerla intentar salir.

De pronto, se escuchó un golpe seco. Y un cuerpo cayendo al suelo.

Yara miró hacia abajo a Ace con los ojos como platos, no sabían qué estaba ocurriendo.

En un abrir y cerrar de ojos, toda la habitación volvió a la normalidad. Ya no estaba ese agujero, el piso era liso y normal.

Miraron para encontrarse a Uragi, con un bastón en sus manos.

El había golpeado a Meri, dejándolo inconsciente.

La mujer corrió a ver a Ren, quien respiraba con dificultad.

-Ren -dijo tomando su cabeza en sus manos- Ren, ¿Estás bien?

Ace miró a Uragi, quien observaba la escena estoico, con un leve dolor amargo en sus ojos. Se acercó a él, serio.