ENCONTRÉ MI ONE PIECE (AcexLectora)

20. Comandante

Los recién fundados Piratas Spade, con un numero bastante pequeño de tripulantes, pararon en una isla para comer, comprar víveres y, por qué no, beber algo en un bar.

Estaban todos sentados bebiendo sake y conversando alegremente. En un momento, a Ace se le acabó su bebida.

-Voy a pedirle más al dueño -dijo poniéndose de pie, tambaleándose muy levemente por el alcohol que comenzaba a correr en sus venas. Caminó a la barra -Señor, quisiera otra jarra de sake, por favor.

-Enseguida compañero -le respondió.

Cuando el calor de la ebriedad comenzaba a invadir su cuerpo de a poco, solo podía pensar en ella, en su preciosa niña. Se preguntaba como estará, que estaba haciendo...

De pronto miró a la pared, había un enorme cartel de recompensa de la bella shichibukai Boa Hancock, que según todos, era la mujer más bella del mundo. Al lado había otro cartel de una mujer muy bella.

Pero para el solo existía una mujer, y a pesar de a veces probar suerte con otras, jamás podía sacársela de la cabeza. Por eso mismo, cuando miró al otro cartel, rió al notar lo idéntica que era a su Yara.

Era como si la viera en todos lados

En todos lados.

En todos lad...

-¡¿QUÉ CARAJO?! -gritó mientras se lanzaba a el cartel, llamando la atención de todos los presentes, pero especialmente de su tripulación -OYE, ¿DE DÓNDE SACASTE ESTO?

-Me lo trajeron unos piratas que vinieron hace unos días -respondió el dueño- Es preciosa ¿No? Ya quisiera ver más de ella, debe ser exquisita ¿No crees?

A pesar de que Ace tenía la respuesta a esas preguntas y pudo presumir con ellas, el alcohol no dejó espacio alguno al diálogo y lo golpeó en toda la cara.

Rápidamente, la tripulación Spade reaccionó y sacaron a su capitán de ahí, mientras el suplicaba que lo soltaran para seguir golpeando a "ese pervertido sin respeto" Y balbuceaba con tristeza cosas como "Mía, es mía".

Cuando llegaron al barco, llevaron a Ace a su cama, todos lo dejaron solo para ir a comer excepto Deuce, su primer subordinado y con quien fundó los piratas Spade.

-Hey -llamó la atención de su capitán- Antes de que huyéramos, rescaté esto -dijo mostrándole el cartel de recompensa.

Ace, como si de un niño pequeño y su juguete se tratara, sostuvo el cartel en sus manos y lo acerco a su rostro, abrazándolo.

-La extraño mucho -dijo al borde del llanto.

Deuce le dio unas palmadas en el hombro, dejándolo solo para que su amigo pudiera desahogarse.

Ace lloró recordando a su amada, rezándole al destino que pudiera volver a juntarlos.

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Yara, al escuchar la historia, quedó con los ojos llenos de lágrimas y se abalanzó sobre Ace.

-Te amo tanto, Ace -le dijo mientras lo abrazaba- No quiero volver a separarme nunca de ti.

-Ni yo de ti, hermosa mía -le respondió el chico.

-¿Te parece si dormimos? -dijo Yara separándose de él, quien le respondió asintiendo con ilusión.

Ambos se acostaron abrazados, sintiendo el calor del otro. El calor que emanaba del cuerpo de Ace era exquisito, su fruta del diablo hacía que su calidez fuera especial.

Aunque, ya era especial por ser de él.

-No sabes cuánto soñé este momento -le dijo Ace mientras la abrazaba bajo las mantas.