21. Consentida

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Al día siguiente, hubo un gran banquete de celebración por el nuevo puesto de Ace. Toda la tripulación se reunió en cubierta para festejar al nuevo comandante de la segunda división. Incluso Barbablanca estaba presente.

-¡Con esto, Ace queda oficialmente ascendido a comandante de la segunda división! -exclamó Marco dando inicio a la fiesta.

Todos brindaron alegremente. Yara, que estaba sentada cerca de Ace, notó en su rostro como el luchaba con asimilar todo lo que estaba ocurriendo. Esos ojos brillantes y esa sonrisa nerviosa no se le iban a olvidar nunca.

-Este banquete es en tu honor, no te quedes embobado sin hacer nada -dijo Marco abrazándolo con un brazo para luego forzarlo a comer un pollo.

Luego, Ace comenzó a comer como si la vida se le fuera en ello, aunque en realidad, siempre comía así, desde que era un niño.

De pronto, sintió que se atoraba. Golpeó reiteradas veces su pecho con intención de disipar la molestia.

-Aquí tienes -le extendió Yara su vaso con sake. Por mucho que fuera alcohol, de algo servirá el líquido para pasar el alimento.

Ace tomó el vaso y tragó unas bocanadas, luego hizo un pequeño gesto de molestia por el ardor por el sake y finalmente suspiró, aliviado. Miró a quién le había dado su sake y se encontró con los ojos más bellos que lo miraban con un profundo amor, a pesar de que comiera como un verdadero cerdo.

-Oye, oye -le habló Thatch- Tranquilidad, la comida no se irá a ninguna parte. Además, esta fiesta es por ti...

Pero de pronto, Ace comenzó a roncar.

-¡SE HA DORMIDO! -exclamaron todos.

Yara solo rió, era bastante común que a Ace le pasara eso por su narcolepsia, otros familiares como Garp y Luffy también la padecían, pero en menor cantidad.

Al poco rato, el chico despertó y pudo continuar la fiesta. Todos comieron y bebieron hasta quedar borrachos.

Tanto, que en la noche Ace y Yara estaban en la habitación de esta última besándose con desesperación en su cama.

La chica vestía una camiseta negra de tirantes y shorts celestes, prendas que el chico (que ya estaba en llamas, casi literal) quería sacar.

Pero no estaba seguro, y tampoco lo estaba la chica.

El deseo era evidente, ambos querían ser parte del otro como alguna vez lo fueron en el pasado.

Pero no de esta forma. No ebrios.

-Sabes -dijo Ace dejando de besar su cuello y mirándola a los ojos- Tengo muchas ganas de hacerlo contigo, de veras. Pero no sé, no quiero que nuestro reencuentro se de mientras estemos borrachos.

-Quería decirte lo mismo -respondió Yara agitada con una sonrisa- Podemos esperar a un mejor momento ¿Te parece?

-Sí, prefiero parar ahora antes de convertirme en un puto animal sin freno -dijo mientras mordía suavemente la mejilla de su novia, que estaba roja por el calor de la situación y el alcohol.

Ella rió.

-¿Durmamos? -preguntó.

Y no hicieron falta más minutos o una respuesta, porque cayeron inmediatamente dormidos.

Pasaron los días y Ace se desempeñaba bastante bien como comandante, sus subordinados le tenían mucho respeto, obediencia y estima. Todos estaban muy contentos con su trabajo, sobretodo el capitán, o mejor dicho, su padre.

Ya era sabido que Yara y él mantenían una relación, de a poco fue esparciéndose la noticia y en un momento ya dejaron de ocultarse ante el resto.

ENCONTRÉ MI ONE PIECE (AcexLectora)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz