Opuestos Positivos

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ETHAM

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Observo como la chica de tez oscura y pelo rizado con la que me he chocado se marcha al encuentro de él. De Jairo Ruiz. No es hasta ese momento que me doy cuenta de que la sigo con la mirada. Sigo sin apartar mi vista del lugar por donde se marcharon los dos juntos.

Inspiro antes continuar con mi camino. Durante el paseo mis pensamientos se centran en comprender donde la había visto antes. Porque eso era lo más frustrante de todo, la había visto antes y aunque se había disculpado con un tono de voz muy bajo. Solo me ha confirmado las sospechas de que había hablado con ella antes. Aunque no recuerdo ni donde ni cuándo.

Decido no asistir a la primera clase. Me marcho a la cafetería del campus para despejarme. Sus ojos pardos y oscuros no desaparecen de mi mente. No lo entiendo. Una chica más, ya está. No tiene nada de especial. Estoy seguro de que, si me acostase con ella una vez, me olvidaría de su rostro de un día para otro. Al igual que con todas.

Al entrar me fijo en una de las mesas más apartada. En ella está Philip tecleando con concentración en su ordenador. Su ceño está fruncido y su mirada no se despega de la pantalla. Me acerco a la barra, pido un refresco y me dirijo a la mesa, dejándome caer en la silla que hay a su lado.

—¿Qué haces ahora, hacker?

Él ni se inmuta. Me acomodo cómo puedo en la silla y bebo con tranquilidad de mi refresco mientras trasteo con mi teléfono. Al cabo de unos segundos, el chico de cabellera rapada y cara de matón se percata de mi presencia.

—Etham, hermano —saluda, cuando aparta un momento la mirada del ordenador para beber de un vaso que tiene al lado.

—¿No tienes clase? —pregunta, con la duda tiñendo su voz.

Asiento, pero con una sonriendo con la boca cerrada. Él entiende al instante la respuesta a su pregunta.

—¿Alguna noticia?

Observo de forma curiosa todos los dígitos y letras que se encuentran en la pantalla. Creo que nunca llegaré a entender nada de lo que teclea Philip.

—Tu padre, ya sabes —contesta, volviendo a teclear con velocidad. Sin apartar en ningún momento los ojos de la pantalla, continúa hablando. —Dicen que Jairo quiere organizar una fiesta para este fin de semana.

—Pues tendremos que celebrar una antes —digo riendo. Vuelvo a beber del vaso.

La guerra entre Jairo y yo se desató hace ya varios años. Todavía seguíamos luchando por el mando del lugar. Yo lo conseguí en el instituto y pienso hacerlo también aquí en la universidad.

—Como digas, jefe —añade divertido, mientras sigue tecleando.

Así paso la primera hora. Rebuscando en redes alguna noticia sobre la fiesta y avisando a mi grupo para que difundan la noticia de que mañana se celebrará una. Así consigo eclipsar por completo la fiesta de Jairo.

DEREK:

Etham, preguntan si la fiesta es mixta.

ETHAM:

Sí, lo es. Pero va con un precio.

Termino mi bebida y la tiro a la basura. Me despido de Philip antes de marcharme de la cafetería. Con cigarro en mano, ando con toda la tranquilidad del mundo hacia el edificio, —el de ciencias—. Por el camino, me encuentro con unas cuantas preciosidades que no han perdido tiempo en acercarse para hablar conmigo y preguntarme sobre la fiesta. No me importaría aprovechar para desfogar algo del estrés que llevo acumulado de estos días con una de ellas. El pensamiento lascivo, provoca que una sonrisa traviesa se apresure a formarse en mi rostro. Antes de siquiera darme cuenta me encuentro en el pasillo del ala izquierda, esperando aburrido a que empiece la segunda clase.