Opuestos Positivos

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Capítulo dedicado a theworldsuck_ ¿estás preparada? 👀

ETHAM

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El lunes vuelve a hacerse presente, amargándome como de costumbre.

No hay día que odie más, es demasiado... lunes.

Y ya para coronar, no he podido — ni he querido — dejar de pensar en ella, en su mirada parda y sus labios mullidos y suaves cuando hacen contacto con los míos. En su aroma, en su forma de mirar y en su agitada respiración.

No he sido capaz de quitarme la imagen de nuestros cuerpos encajando de mi cabeza. Y aquello solo consigue acentuar mi mal humor habitual mañanero de un día como el lunes.

Las ganas de ir a la universidad solo se basan en no encender la furia de mi padre, y poder salir de su techo y valerme por mí mismo de forma definitiva y dejar todo esto atrás. No sin antes llevarme a mi hermana pequeña conmigo. Pero para eso, debo tener una carrera y un buen trabajo.

Con esos pensamientos rulando, me encamino fuera de mi acomodado apartamento en el corazón de Summerville, me subo a mi 4x4 con dirección a la gran mansión Sander.

En menos de veinte minutos, unas amplias vallas plateadas de estilo moderno aparecen en mi campo de visión. Rebusco en la guantera la pequeña llave que abre semejante fortaleza. No tardo en encontrarla, pulsar el botón de la derecha y ser capaz de escuchar el chirrido del metal cediendo, rozándose contra el asfalto.

Rodeo la pequeña rotonda y aparco mi coche entre dos de alta gama y mucho más lujosos que el mío. Subo por los escalones y antes de si quiera poder tocar el timbre, la puerta principal se abre de par en par y en medio de esta se encuentra una chica.

Su melena pelirroja está hecha un caos, su vestimenta oscura que tanto le caracteriza ha pasado a un segundo plano con la camiseta rosada que viste y me está sonriendo ampliamente.

De todo lo anterior no sé qué me sorprende más: si que esté fuera de su cuarto, si que vista una camiseta rosa o que me esté sonriendo.

Definitivamente es lo último. No hacía tanto que la veía sonreír, sin embargo, la sonrisa amplia que le surca su rostro es tan desconcertante como que lo esté haciendo dentro de la mansión.

— ¿Te vas a quedar fuera, hermanito? — me pregunta con retintín, mientras se aparta de la puerta, invitándome a entrar.

Niego con la cabeza y me adentro a lo que solía llamar hogar antes de convertirse en el lugar que quiero evitar a toda costa.

Mi hermana me espera de forma impaciente y cierra la puerta de un sonoro portazo mientras comienza a subir las escaleras de forma veloz.

— Papa te espera con la bruja en el despacho — me informa sin mirarme y continúa subiendo las escaleras de dos en dos. Temo que se tropiece y acabe con el rostro en los escalones.

— No la llames así.

— Es lo que es, por querer sustituir el lugar de mamá y ni siquiera está muerta.

No digo nada más. Dejo que se marche a donde sea con tantas prisas mientras yo me camino hacia el ala oeste, para volver a subir otro tramo de largos escalones.

Hacía bastante tiempo que no subía a esa planta. Esa donde mi padre se suele reunir con los altos cargos y más íntimos socios, allí donde se pactan los tratos más beneficiosos al igual que peligrosos.