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Capítulo dedicado a ClauuPrincess 🧡

AGATHA

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No sé cómo pude creer que nadie me reconocería.

Siento como Etham me observa con sus dos ojos mieles penetrantes. Cuadro los hombros y le devuelvo la mirada.

Etham tiene el ceño ligeramente fruncido mientras que Jairo le comenta y hace ese movimiento con las cejas que siempre hace cuando alguien o algo le interesa. Mi mejor amigo tiene la mirada anclada en la rubia que está al lado mía, que, por cierto, tiene novio.

Nunca me metería con Tom, impone demasiado para intentarlo. Sin contar con que Melania tiene muy poca paciencia cuando alguien no le interesa. Y Jairo difícilmente se rinde.

Zuri hace un movimiento con la mano señalándonos.

A pesar de estar dentro de una casa, el sombrero blanco y las gafas de sol no desaparecen de su atuendo. Aunque en otra persona quedaría ridículo, a él le da un aire misterioso e inquietante.

Melania termina de despedirse de otras tres chicas con la que habíamos estado conversando al principio de la fiesta.

Solo soy capaz de reconocer a una de ellas y es la chica del casco rosa de aquella carrera, esa que supuso mi vuelta a este mundo de la noche.

Descubrí esta noche que se llama Rex.

Nuestras diferencias y rivalidades quedaron en el asfalto y las motos y hemos disfrutado de la compañía de la otra.

—Quiero la revancha en la próxima carrera, Ag —bromea mientras nos despedimos de las tres.

—¿Quieres que te gane otra vez? —continúo.

—No te lo pondré tan fácil.

—Estoy segura de ello.

Y tras decir eso, con el taconeo de las plataformas que ambas llevamos resonando a nuestro alrededor nos acercamos al grupo de los peces gordos de la fiesta.

A pesar de la oscuridad, no tardo en reconocer al hombre trajeado y de rostro marcado con el que me reuní aquella noche que me marcaría para siempre.

—He aquí mis nuevas adquisiciones —nos señala Zuri al llegar a su altura.

Me tenso en mi sitio al notar las miradas curiosas de los cuatro integrantes.

Dos de ellos los conozco —uno, mi jefe y el segundo, con el que solía trabajar—, los otros dos resultan ser un hombre con rasgos asiáticos y vestido con una camisa ancha.

Está fumando un puro con tranquilidad mientras nos inspecciona con lentitud. A su lado, hay una mujer con un vestido largo y entallado de gala, con dos hombres trajeados a sus espaldas. Entrecierra los ojos, paseando la mirada por todo nuestro cuerpo.

Luego hace un movimiento de cabeza en dirección a Zuri y este le sonríe con sorna.

—¿Qué os parecen?

—Muy guapas —dice el hombre de rasgos asiáticos.

— Por son las más peligrosas —añade la mujer.

—La morena solía trabajar para mí —comenta el hombre trajeado.

Me enderezo en mi sitio y cierro las manos en puños, clavándome las uñas en la palma.

De forma imperceptible, Melania acaricia mi espalda en un intento de tranquilizarme. Pero cuando pienso que la situación no puede ser más violenta o incómoda, el hombre trajeado decide llamar a la última persona que quiero cerca en estos momentos.

Opuestos PositivosWhere stories live. Discover now