Capítulo 5

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Oscuridad…. LUZ… Oscuridad… LUZ.

-¿Qué… que es lo que ocurre?-susurró Naruto débilmente-¿Qué es esa luz?

Intentó ponerse de pie. ¡El dolor se fue!

-Es extraño- pensó- hace solo un momento creí escuchar….

Una risa se escuchó a lo lejos. Se veía una luz. Naruto caminó hacia ese brillo. Lo hizo con cuidado. La oscuridad no lo dejaba ver por dónde iba. Además, aún estaba experimentando el dolor. Era mucho menos, es cierto. Pero el dolor continuaba allí.

Llegó por fin tambaleándose, era una especie de abertura. Se detuvo en el límite y pudo ver del otro lado. Un campo de flores. La belleza lo rodeaba todo. Esa risa, conocía esa risa de algún otro lado. Avanzó sin miedo. El sol brillaba como en las mañanas más bellas de la aldea de la hoja. Subió por una pendiente. Allí, en lo alto, un hombre de cabellos dorados lo esperaba.

-¿Oto-san?

Minato sonrió y con un gesto le indicó que se acercara.

-¿Qué es, este lugar? -interrogó Naruto.

-No lo sé -contestó Minato- este lugar es de ustedes.

-¿De ustedes?- preguntó confundido- ¿Eso qué significa?

Minato extendió su brazo señalando un árbol allá, a lo lejos. Naruto siguió con la vista la señal de su padre y la vio. Era la mujer más bella del mundo. Tenía un Kimono verde con flores rojas. Su cabello era del color de los pétalos del cerezo. Estaba allí, bajo el árbol, detrás del patio de juegos de Konoha.

-¿Qué debo hacer Oto-san?- señaló confundido- siento que quiero verla pero….

-Escucha con atención- dijo Minato sonriendo- Pasaras duras pruebas para llegar a tu destino. Pero si tantas personas te han dado sus sueños para que los protejas es porque sienten que tú tomaras siempre, la decisión correcta.

-El zorro es muy fuerte- indicó Naruto con tristeza- quiero hacer el bien pero el….

-Recuerda tu inmenso poder- dijo Minato- El poder de cambiar la voluntad de todos.

-¿Te volveré a ver?- dijo Naruto bajando la vista.

-Yo siempre estaré aquí- dijo Minato tocando la frente de Naruto con un dedo- El camino más largo, Es generalmente el correcto.

Naruto avanzó corriendo. Saludo a su padre a lo lejos. ¿Quién será ella? Tenía que averiguarlo. Llegó al árbol y sonrió nervioso. No sabía que decirle. No sabía cómo actuar. Tenía miedo de arruinarlo todo.

-Hola –dijo al fin.

Ella lo miró con sus increíbles ojos color esmeralda y sonrió. Naruto se acercó tímido y abochornado por la duda. Finalmente preguntó:

-¿Eres un…Sueño?

Ella emitió un gesto de sorpresa y poniéndose de pie dijo:

-Depende de lo que signifique, "Un sueño" para ti.

-La cosa más hermosa del mundo- sentenció Naruto apartando la vista de vergüenza.

Ella se acercó suavemente. Su perfume era tan dulce. Le puso una mano en el rostro para que la volviera a mirar. A través de sus ojos verdes pudo mirarse a sí mismo. De pronto lo recordó todo. Lo que había pasado, lo que había perdido. Emitió una sonrisa como jamás lo había hecho en varios meses. Sin dudar más le dijo:

-¡Sakura-chan! ¡Eres tú! ¡Siempre fuiste tú!

La tomó por la cintura, Elevándola en el aire comenzó a girar sobre sí mismo. Ambos rieron y rieron. Fue como encontrarse luego de toda una eternidad. Finalmente la atrajo hacia su cuerpo abrazándola.

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