Capítulo 32

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En las horas siguientes de la reunión con la Mizukage, las 7 espadas y Naruto se reunieron en el centro de la villa y partieron en la búsqueda de los saqueadores de la "hermandad". Les tomó casi un mes terminar con éxito la misión encomendada por la líder de Kirigakure. El enemigo se ocultaba en una serie de cuevas subterráneas cubiertas por sellos y barreras poderosas. No era posible sentir el chakra de los bandidos.

Sin embargo el nivel 1 del zorro demonio, complementado con maestría al jutsu de "Mimetismo animal" originario de los Inuzuka, lograron en Naruto un olfato tan fino que pudo detectarlos y señalarlos como presas en poco tiempo. Tres semanas de cacería por todo país del agua arrojaron un saldo de 157 prisioneros, 67 muertos y 15 refugios destruidos. Se recuperó además un inmenso almacén de provisiones y armas. Así como millones en monedas, joyas y arte. La Godaime Mizukage recibió efusivas felicitaciones del señor feudal de su país. Así como numerosos tratados de comercio con cada aldea y pueblo liberado de los constantes asedios de los saqueadores. Incluso el consejo de clanes, tuvo que admitir como sabia la decisión de Mei Terumi por apostar en traer al Sannin de Konoha para la tarea asignada.

Mientras tanto en un nivel personal, la relación entre Naruto y Kushina tenía sus "inconvenientes". Si bien ambos se sentían muy a gusto juntos. Incluso entrenando duramente en los ratos libres donde acampaban en los bosques. Kushina seguía insistiendo con la idea de que su hijo se trasladara (de manera definitiva) a la niebla. La pelirroja sospechaba que el noviazgo entre Sakura y Naruto, era el motivo por el cual el rubio quisiera volver a Konoha si o sí. Por lo tanto intentaba juntarlo con alguna de las bellas mujeres de Kirigakure. Entre las cuales, era más que destacable Shigure Kousaka. Sin embargo Naruto repetía hasta el cansancio que pasados los 6 meses, el volvería a su aldea. Repetía que amaba a Sakura. Que siempre la había amado. Que era la mujer en la que confiaba hasta su vida de ser necesario.

La Mizukage en tanto, procuraba enviar a los hombres más apuestos e interesantes a cortejar a la pelirosa en el hospital. Razón por la cual, siempre la chica terminaba dando una que otra paliza a los más atrevidos. Pero en una ocasión en particular, justo una noche cuando las espadas festejaban en un bar con Naruto el éxito de la misión, un grupo de Shinobi algo pasados de copas; intentaron propasarse con Sakura y Yuri (presentes en la fiesta). Naruto estaba algo bebido, y cabreado por los intentos de avances contra su Sakura-chan, intervino naturalmente. En plena calle comenzó la gresca y cada vez se sumaban más gente. Ikei, Kuro y Shigure solo observaban divertidos la pelea que iniciaba en la calle frente al bar. Kushina había salido un momento llamada por la Mizukage. Y para colmo Saíto Arashi totalmente borracho, se sumó a la pelea del lado del rubio al grito de:

-¡Vamos a alocarnos Naruto Ja ja ja!

El resultado, 57 hombres hospitalizados. A los que se agregaron 22 cazadores ANBU que quisieron detener al dueto mortal "Saíto-Naruto". Sakura, Yuri y Yoko intentaban auxiliar a los heridos más graves. Ikei y Kuro solo se reían, mientras apostaban a ver cuál de los dos (Saíto o Naruto) derrotaba a más rivales a puño limpio. Shigure tomaba su bebida tranquilamente en una mesa alejada, mirando de reojo la posición de Yuri por si alguno se atrevía a atacarla. Chojuro se retiró a toda velocidad para buscar a la Mizukage y que ayudara a parar la pelea.

Rato después, casi nadie quedaba en pie. Saíto y Naruto hombro con hombro en el centro del desastre que ellos causaron, reían y trataban de hablar entre ellos algo coherente. Ninguno recordaba el motivo de tamaño estropicio generado. Pero se habían divertido tanto que no importaba en realidad. La Mizukage llegó hecha una furia. Esos idiotas habían causado el caos en su aldea. Saíto susurró a Naruto algo como:

-Se acabó la juerga amigo, -mirando la llegada de la líder- Llego Oka-sama a retarnos.

Ambos comenzaron a reír frenéticamente. Y se "rindieron" siendo conducidos a una celda. Las pelirrojas echaban chispas por los ojos cuando les increparon a los prisioneros su comportamiento escandaloso. La Mizukage los castigó con 7 días de cárcel por el atropello. Saíto dijo que cada tanto le pasaba y se recostó en una cama de la celda. Naruto con mirada traviesa lo invitó a seguir la juerga y Saíto sonrío ante la idea. Cuando minutos después los guardias los dejaron solos, el rubio usó la técnica Hiraishin no jutsu y se trasportó junto a Saíto directamente fuera de la aldea. Naruto había dejado un sello en un árbol del bosque previniendo algún contratiempo. Y su previsión le dio la libertad. Entonces se fueron de parranda por algunas aldeas cercanas a Kirigakure, y definitivamente la pasaron más que bien.

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