Capítulo 7

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El regreso a Konoha fue muy tranquilo. El grupo de ninjas era muy numeroso y poderoso para que las fuerzas de Madara o Kabuto intentaran algún ataque. Kakashi y Yamato habían acordado poner pequeñas pruebas sobre el ánimo de Naruto. El objetivo era saber si la influencia de la mente del zorro aún continuaba. Los resultados fueron alentadores.

Al llegar a la aldea. Los guardias le indicaron al equipo 7 que Godaime los requería urgente.
Llegaron a la oficina del Hokage minutos después. En posición firme escucharon como el Capitán del equipo (Kakashi por supuesto) reportaba cada suceso desde el comienzo de la misión. La cara de Tsunade no demostraba más que seriedad. Al terminar el reporte. El Hokage se acercó a ellos, rodeando su escritorio, y entregó en manos de Kakashi un sobre sellado. Sin esperar la obvia pregunta Tsunade le informó que era una carta que Sasuke Uchiha, le había enviado.

-¿Qué ocurre con Sasuke?- interrumpió Naruto.

-Sigue en prisión, en su domicilio-aclaró Tsunade.

Justo cuando Naruto se disponía a interrumpir nuevamente Tsunade bramó:

-¡Equipo Kakashi, es todo!

Los 4 giraron para retirarse pero Tsunade volvió a hablar:

-Naruto Uzumaki, Sakura Haruno, ustedes quédense.

Ambos giraron con algo de temor viendo partir a sus amigos.

-¿Ahora que hice? -dijo Naruto ofuscado- apenas vuelvo y la abuela ya me regaña.

-Aaay, Kami – susurró Sakura- je je je bueno, técnicamente desobedecí a mi maestra. (¡NO ME IMPORTA LO QUE DIGA, TENIA QUE SALVARLO!)-gritó la Inner de Sakura dándole valor.

-Ustedes dos…., ustedes….

La mirada color miel de Tsunade, parecían a punto de estallar. Naruto y Sakura, firmes uno al lado del otro, cerraron los ojos del pánico. De pronto sintieron un poderoso abrazo que comenzaba a cortarles el oxígeno.

-¡Mis niños, mis niños tontos!-dijo Tsunade emocionada-¡creí que los perdería!

La descomunal fuerza de Tsunade estaba matándolos. Naruto estaba ahora entre los pechos enormes de la Hokage. Mientras que Sakura, presa por la cintura, casi se partía en dos.

-Tsu….nade-sama -dijo como pudo la pelirosa- nos…esta….matando.

Lady-Tsunade lloraba emocionada y apenas notó la voz de Sakura (de Naruto ni hablemos)
Finalmente los soltó. Naruto cayó de rodillas todo colorado, y se desplomó inconsciente. Sakura tomándose la espalda quedó sentada en el suelo junto al recientemente desfallecido. Una prueba más, de que el amor duele.

Kakashi se despidió de Sai y fue a su departamento. Necesitaba un baño. Necesitaba dormir. Estaba cansado. Era algo raro que no habiendo tenido un combate de alto nivel, se sintiera casi como después de usar el Magenkyo Sharingan. Entró a la ducha. Su mente estaba en la carta de Sasuke. Como si tuviera el poder hipnótico de llamarlo. Pensaba en Naruto. Después del incidente que le costó la vida a Obito Uchiha. Kakashi jamás pensó que otro ninja influiría tanto en él. Pero el equipo Kakashi era como su familia. Muy a su pesar tuvo que admitir mientras salía del baño, que Naruto, Sakura y Sai ¿Porque no? Eran personas importantes para él.

-¿Me estaré ablandando?- pensó tontamente.

En su juventud Kakashi recordaba que las reglas lo eran todo. Pensó en su padre. Como una sola regla rota acabó con su vida. Sin embargo su sensei el Yondaime, había llegado a Hokage sin apoyar su existencia ninja, exclusivamente en las reglas. Kakashi ya se había vestido. Miró el reloj y la hora le indicaba que sus pensamientos le habían quitado mucho tiempo. Allí estaba la carta sobre su cama, justo donde la había dejado al entrar. Recordó como había entrenado a Sasuke para su batalla en los exámenes Chunnin. Lo entrenó porque se parecían. Kakashi había visto en Sasuke una extensión de sí mismo. Y por ello, se sentía muy decepcionado por su estudiante.

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