Capítulo 52

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El resto de la cena fue dominada por el silencio, las sonrisas habían desaparecido y no quedaba ánimo para nada. Inosuke sintió un gran dolor y no pudo comer más. Se dedicó a revolver en su plato los alimentos mientras pensaba como arreglar este asunto.

Cuando Nagato y ella era más niños, supieron ser inseparables. Amigos de aquí para allá, se quedaban a dormir en la casa del otro y compartían mil cosas. Nagato parecía ser muy inteligente, pero con el tiempo se le dio por las bromas tontas y rondar a Inosuke demasiado. Además, a los 9 años Inosuke despertó el Sharingan, algo que llenó de orgullo a su padre que comenzó a entrenarla. Ella se hizo fuerte y se distancio un poco de esa amistad con Nagato. El rubio intentó estar cerca de ella y sin embargo comenzaron a reñir por cualquier cosa. A Inosuke en tanto, le atrajo la seriedad y el "misterio" de Hizashi Hyuuga. Todas las chicas lo seguían y él era indiferente a ellas. Inosuke secretamente deseaba enfrentarlo y derrotarlo para ganarse su respeto. Y por supuesto luego, tal vez….

Ino y Sakura se miraban en silencio a la niña confundida, y se decían mil cosas con la vista entre ellas. "la historia se repite"- pensaban- ¿Cómo ella no se da cuenta de los sentimientos de Nagato? Muchas cosas rondaban por las mentes femeninas en la mesa. No así los hombres, que tenían un conocimiento diferente de la situación de Nagato y entre miradas decidieron intervenir para acomodar la situación. El enamoramiento no era un problema entre jóvenes. Pero el camino que estaba tomando Nagato Uzumaki definitivamente podía atraerle muchos problemas. Naruto y Sasuke lo sabían, incluso hablaron sobre ello hace meses. Y había llegado el momento de intervenir.

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Nagato corrió por las calles en busca de estar solo, se sentía tan golpeado y frustrado que las lágrimas se le caían implacablemente. Hacía años que Inosuke Uchiha le generaba más que amistad. Le gustaba, era muy bella y cuando no estaba envuelta en arrogancia, también muy buena persona.

Nagato corrió hasta detenerse en un campo de entrenamiento. Gritó muy fuerte, presa de la furia que le comía el alma y de un puñetazo intempestivo destrozó un grueso árbol. Se quitó la parte superior de su kimono azul y liberó dos sellos ocultos en su cuerpo. Sintió una poderosa descarga de energía surgirle desde el interior, y creó con ella unos 50 clones de sombras. Necesitaba sentir dolor físico, para así poder ignorar el dolor del corazón. Les ordenó a sus clones atacarlo y combatió solo contra todos ellos.

Hatake Sakumo había salido solo un rato después de Nagato de la cena, y ya no lo veía por la calle. Se frustró bastante porque no quería tener que buscarlo por toda la aldea. Miró al techo de la mansión Uchiha y una sombra se veía claramente. Sakumo suspiró cansino, porque sabía de quien se trataba y decidió pedir su ayuda:

-Tía Shigure, -dijo mirando al techo- necesito encontrar a Nagato ¿Me ayudas a buscar?

No hubo respuestas, pero la sombra en los techos desapareció y una explosión hizo aparecer a la bella Kunoichi de largo cabellos oscuros junto a Sakumo. La mujer lo miró inexpresivamente tal cual su costumbre y solo susurró:

-Agárrate…..-haciendo sellos- ¡Kuchiyose no jutsu!

Sakumo apenas se aferró al kimono de la mujer y una explosión los hizo aparecer en la oscuridad de un campo de entrenamiento. El joven peliplata agradeció con un ligero cabeceo a su tía y su increíble habilidad para trasportarse sabiendo el lugar y el chakra a seguir. Se escabulló con cautela al sentir las explosiones en el campo contiguo y observó en su escondite luchar a Nagato y sus clones. Verlo tan furioso a su amigo le revolvió el estómago, le daba ganas de gritar. Era su amigo, y no sabía cómo ayudarlo. De pronto, dejo la depresión por el asombro. Observó a Nagato crear dos clones y asistido por ellos formó dos esferas de luz, una en cada mano. Embistió con ellas una formación de rocas que parecía muy sólida y…

Mundos ParalelosWhere stories live. Discover now