007

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Yoongi se detiene cuando el rastro de pisadas desaparece a la entrada del río, deduciendo que los lobos salvajes habían cortado camino cruzando la corriente.

La cabeza le punza, pero ignora el dolor y a su vez olisquea el aire, llegando a su nariz el aroma de las distintas especies de árboles que lo rodeaban en el corazón del bosque y luego reconoce un leve deje del olor metálico característico de la sangre.

Y no entiende, la forma y el motivo del por qué los animales se han vuelto tan agresivos en las últimas semanas, no reconociendo ni siquiera su presencia de alfa.

Quizá lo sabe y no lo quiere admitir.

—Yoongi —el intercomunicador parpadea cuando escucha su nombre y Yoongi se acomoda el pequeño dispositivo para hablar por este.

—¿Todo bien?

Oye un suspiro de Namjoon. —Encontramos más lobos salvajes con aquel neurotransmisor —una maldición sale de sus labios, pero Namjoon vuelve a tomar aire, en un intento que busca calmarse—. Hay que hacer algo.

Por supuesto que había que hacer algo, él lo sabía, lo entendía; los casos ascendían demasiado rápido y él se encontraba completamente a la defensiva, su instinto amenazado al pensar que alguien estaba invadiendo su territorio, su propiedad, atacando indirectamente a los animales, su instinto estaba en el ápice, listo para salir a la superficie al pensar que alguien quería acabar con su raza, destabilizando todo el ecosistema del bosque que les pertenecía por tratado.

Unas pisadas resuenan dónde él ha permanecido varado cerca del río, y la esencia reconocida para él no tarda en aparecer, su lobo se relaja de inmediato cuando ve emerger a Jungkook de entre los arbustos.

Mas su rostro, sólo le hace fruncir el ceño.

—Despertó —es lo que dice Jungkook, sus ojos fieramente negros tragando los suyos, mandíbula tensa, notoriamente molesto, compartiendo la misma emoción que siente él cuando continua y dice—: el vampiro despertó.

Yoongi solo traga saliva, sintiendo la garganta apretada.

—¿Jimin? —pidió, inconscientemente mientras se muerde la mejilla interna y espera que Jungkook no note su preocupación, su ansiedad, y por un momento el dolor de cabeza vuelve, palpitando con violencia en su frente, pero lo ignora, la curiosidad siendo demasiado fuerte como para que su lobo se concentre en otra cosa.

—Está con él y Jin.

Asiente silenciosamente, su cabeza no terminando de dolerle nunca, casi como si fuera a caer enfermo lo cual era extraño porque los lobos no enfermaban, así que lo atribuye al estrés de la semana, el encuentro con aquel vampiro, y al hecho de que no se trataba de uno cualquiera, sino que se trataba de un familiar de Jimin.

Definitivamente había mucho en su cabeza, quizá era solo eso, así que vuelve a ignorar el dolor y le hace una seña a Jungkook, quien entiende de inmediato cuando se echa a correr por el mismo camino por el cual había llegado a su encuentro.

Yoongi le sigue desde atrás, ambos a una velocidad demasiado rápido como para que cualquier animal quisiera siquiera seguirle el rastro.


ÓNICE #1; yoonminWhere stories live. Discover now