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—¡TIENES QUE REGIR!

Yoongi apretó la mandíbula y dejó escapar un gruñido ronco desde su pecho, cuando los colmillos de un lobo pardo se encajaron en su antebrazo derecho, en el mismo instante que oyó a Namjoon gritar.

Baekhyun lo había mordido.

Y si no fuera por su brazo, el cual usó para defenderse, el animal posiblemente habría alcanzado su garganta, porque era justo ahí donde los colmillos de Baekhyun habían querido interceptar.

Y eso significaba una sola cosa: atacó con intenciones de matar.

Ni siquiera se molestó, muy al contrario de lo que un líder sentiría ante el ataque de uno de su propia manada, Yoongi se obligó a tragarse un nudo de angustia cuando no pudo apartar los ojos del animal: disociado, como si no estuviera realmente presente.

—No lo haré —negó, sin despegar la vista de aquellos iris opacos—, no voy a regir sobre ellos.

No así.

Hubo un quejido como respuesta, Yoongi se giró en su mismo estado de alerta para observar a Namjoon con sus ojos, viendo que Chanyeol había adoptado su forma de lobo y había atacado directamente a su capitán, quien luchó y peleó con la gran bestia que era el lobo para así quitársela de encima.

—Yoongi, no se van a detener. —Se quejó, esquivando agraciadamente una mordida que iba directo a su pierna.

Yoongi apretó los labios. Por supuesto que sabía que no se detendrían, algo más poderoso que ellos estaba ejerciendo un control sobre sus mentes, y no tenía que pensar dos veces para saber de quién se trataba.

Y a pesar de que conocer esa información le hervía la sangre, le frustraba más no saber de qué otra forma ayudarlos, de qué otra forma detener algo que realmente no supo cómo se inició.

De pronto, vio a Jungkook correr, justo cuando Baekhyun decidió soltar su brazo, ladrándole en la cara y mostrándole sus fauces.

Jungkook aprovechó la oportunidad y saltó sobre el lobo, enredando las piernas en el lomo y sacando sus garras para rasguñar la piel bajo todo aquel pelaje cobrizo.

Supo que el menor había llegado lo suficientemente profundo cuando Baekhyun gruñó y brincó, reaccionando al instante ante el dolor de la carne siendo abierta, girando su hocico hacia atrás para mostrarle sus dientes y saltando sobre sus patas traseras y delanteras para quitárselo de encima.

Jungkook volvió a saltar de vuelta a su lugar, alejándose del lobo y el animal le observó hostil, como si no quisiera perderse ningún movimiento de él, quizá valorando su condición física y determinando cuán poderoso el chico en realidad era.

—Nos quieren colocar en nuestra contra —Dijo entonces, cuando se movió sigilosamente a un lado de Yoongi, sin quitar la vista del animal que había inclinado sus patas delanteras, en una clara imagen de adoptar la posición exacta para impulsarse y saltar hacia ellos. Jungkook tragó saliva y amplió su base, como si estuviera esperando a recibirlo—, quieren que peleemos entre nosotros.

—Tienes que regir. —Namjoon volvió a decir, quitándose por segunda vez al lobo de Chanyeol de encima.

—No —le negó, y se echó hacia el lado contrario de Jungkook cuando Baekhyun saltó hacia ellos, ladrando y gruñendo, con los dientes expuestos en una clara amenaza. El lobo decidió ir por él, enfrentándolo y Yoongi alzó la barbilla, sintiendo la musculatura desgarrada, del brazo que había mordido, volver a sanar—. No voy a regir sobre ellos, no les haré eso, ya te dije.

ÓNICE #1; yoonminWhere stories live. Discover now