017 - iii

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we yo dije que faltaban como 5 cap. pero viéndolo bien siento que faltan como 10 skasdkjj dios siempre me equivoco en estas cosas, mejor leamos sin pensar en eso okay? :(












Esa noche, Taehyung estaba en la habitación de Jimin, la cual ya se sentía como suya, recostado sobre la cama, con las manos bajo la nuca, observando el techo liso y blanco.

Un montón de cosas pasan por su cabeza, pero en lo único que parece concentrarse, es en el eco que se extiende en su subconsciente, como un ligero sonido que llega suavemente, de la nada, y así como llega, luego se va, dejándole una rara sensación, como un vacío que necesita llenar con algo. Taehyung lo odia.

Porque era el lobo de Jungkook.

Lo llamaba, a él, con ese aroma, con esa voz. Era como si el vampiro pudiese ver a través de los iris obscuros del chico, aquel lobo grande y negro, de aquellos ojos brillantes como la esmeralda.

Tan precioso.

Taehyung se sintió extraño. No había otra forma de describirlo.

Entre todo ese silencio, a sus oídos llegó el ruido de la puerta principal ser abierta y golpeada con fuerza, indicándole perfectamente de que la persona llegando a la casa no se trataba de Jin o Namjoon porque ninguno de los dos lobos era tan idiota y de un humor de perros como para andar azotando cada puerta que se le cruzasen. 

Aunque, no es como si fuese su única pista, el lugar entero se llenó de aquel aroma a flores y frutas, rosas, que no hacen más que volverlo adicto a él también.

Era igual de enfermante, como lo era de exquisito.

Jungkook golpeó sus talones por la casa, subiendo rápidamente la escalera. Taehyung pensó que el chico se encerraría en su habitación, con el posterior sonido de la ducha llenando la casa, como ocurría todas las tardes que llegaba.

Sin embargo, su dirección es otra, cuando abre con fuerza la puerta de su habitación, quedando de pie bajo el umbral.

Taehyung sonríe, sin mirarlo porque sabe que el chico se quedó paralizado en su sitio al verlo a él así, en aquel estado. 

Cielos, lo conoce taaaan bien.

Porque sabe, oh, Kim Taehyung puede saberlo incluso sin mirarlo, puede saberlo incluso sin olerlo.

Jungkook simplemente está mirándole, porque estaba tirado ahí, haciendo nada, con el pantalón de buzo un poco más abajo del hueso de sus caderas, y con el torso desnudo, su piel bronceada, lisa y tersa expuesta para él, para ser contemplada y adorada por él, a la vista de cualquiera, en una actitud completamente relajada.

Taehyung le miró por el rabillo del ojo y soltó un ligero ruido, similar a una risa burlesca. 

—No disimulas.

Y eso fue el golpe que necesitó para hacerlo reaccionar.

—Cállate —gruñó, pero entre los dos, el más alterado era Taehyung, quien lo disimulaba muy bien, aquella sensación libre que viajó por su cuerpo, hacia la zona baja de su estómago al sentir a Jungkook así, emanando esos olores, con el cabello levemente ondeado y mojado, sudoroso quizás por sus prácticas, esos pequeños pantalones cortos que dejaban ver más allá de su rodilla, la misma camiseta húmeda apegada a su pecho. Taehyung quería morderlo.

ÓNICE #1; yoonminWhere stories live. Discover now