Jimin es un cachorro de tan solo meses cuando es abandonado en la puerta de la mansión de la adinerada familia Kim por un simple pecado ante los ojos de los lobos que rinden culto a la madre luna; un cachorro sin aroma.
JungKook es un claro alfa des...
-Literalmente estoy en la mierda. -Se queja por millonésima vez YoonGi tumbado bocabajo en su cama; a su derecha Jimin y a su izquierda Yeosang. Ambos Omegas habían acudido al llamado ansioso del más mayor de ellos.
-Literalmente estás jodido. -Concuerda Yeosang.
-¡Chicos! -Grita Jimin alterado. -¿Por qué no podéis hablar bien y ser positivos? -Con un resoplido molesto, que resulta más bien tierno, se acomoda apoyando su espalda en el cabecero de la cama.
-Ese es tu trabajo, el mío es ser sincero. -Le responde Yeosang copiando su postura, YoonGi sigue tumbado bocabajo con su rostro hundido en los almohadones.
-Mis padres van a matar a TaeHyung y torturar a Hoseok, porque también es como su hijo a fin de cuentas. -Justifica que maten a Kim y dejen vivo, pero agonizante, a su Beta.
-No van a hacer nada de eso, podéis hablar y hacer que lo entiendan. -Jimin acaricia la espalda de su mayor tratando de reconfortarlo.
-Os van a obligar a procrear y mantener en silencio que sois tres. -Analiza Yeosang mientras se cruza de brazos y asiente convencido con su idea.
-¡Tener un Beta es algo bueno! -Salta denegando la idea Jimin. -Además sus padres ya sabían que serían un trío. -Fue obvio cuando Omega y Beta se conocieron.
-Ellos esperaban que el Alfa nunca apareciera, ya fue complicado que aceptaran que sus hijos estaban destinados. -YoonGi se fuerza pesadamente a darse la vuelta, en sus ojos se percibe la rojez de haber llorado antes de que ellos llegaran.
-Y os obligan a mantenerlo en secreto, que no se te olvide. -Puntualiza Yeosang. -Tus padres estarán divagando con los posibles titulares: "Min y Jung unidos por el destino a los Kim". -Lo recita mirando al frente y simulando un gran titular con sus manos, incluso cambia el tono de su voz. Jimin sonríe sin poder evitarlo y YoonGi arruga su nariz molesto.
-Me va a dar dolor de cabeza. -Susurra Jimin sujetando su frente con la palma de su mano derecha. -Yeosang, cállate. -Pide todavía con la mirada baja, el aludido se encoge de hombros mirando a su amigo rubio. -YoonGi; Tae y Hoseok harán todo lo posible para que salgáis airosos de esto. -La seguridad en su voz dulce al mirarlo. -Cuentas con el apoyo de tu primo, de tus cuñados, amigos y de tus suegros Kim.
Esa pequeña sonrisa de labios finos de Min es suficiente estímulo para que sus dos amigos lo abracen de lado arropándolo. Suelten sus aromas dulces tratando de arrullarlo cuando vuelve a llorar, esta vez entre los brazos de sus amigos.
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En la entrada de su casa, en los escalones de cerámica principales a la segunda planta, los dos mejores amigos desde la infancia Alfas miraban un punto fijo del suelo dispersos en sus pensamientos. Jeon repleto de júbilo por lo acontecido con su Omega esa anoche y preocupado por él mismo motivo al estar con su cuñado; este último luchando contra su instinto de correr y corroborar que sus destinados están bien y la desdicha de decepcionar a sus suegros.
-Me van a colgar de las pelotas. -Se lamente Kim entrelazando sus propios dedos.
-Si no te las arrancan. -Bromea con la voz seria el azabache.
-¿Te estás juntando mucho con tu primo últimamente? -Le reta el pelinegro volteando a verlo, Jeon ríe bajo viendo la tensión en los músculos y oliendo la preocupación en su amigo.
-Solo te planteo posibilidades. -Se encoge de hombros. -Pero si quieres arcoíris y unicornios te diré que en el peor de los casos os compro una casa y os dejo vivir a los tres en ella. -Su oferta real camuflada con broma y sorna relaja el respirar del contrario que le agradece con los ojos brillantes.
-Amigo de mierda. -Se queja falsamente con su sonrisa amplia y rectangular. -Mejor vamos a la cocina a robar alcohol porque quiero olvidar que mis suegros me odian y que mi mejor amigo apesta a mi hermano.
Jungkook suelta una sonora carcajada avergonzada incluso en su interior, TaeHyung se une poco después mientras ambos van en busca de ese alcohol. Siempre fue así; insultos y comentarios mordaces con ápices sinceros de cariño y apoyo.
