Eterno cachorro (KookMin) (Omegaverse)

Capítulo 54~Obsesión por tu piel

Maratón recta final (4-5)

El celo de Jimin estaba llegando a su fin, solo quedaban las secuelas de un cuerpo sobre estimulado y la sensibilidad que eso conllevaba. Era el tercer día y en breves horas habría desaparecido esa incesante necesidad de sexo para saciar sus dolores y calor.

En esos tres días sus lobos se había encontrado y jugado en más de una ocasión; una en particular fue una lucha cuerpo a cuerpo infantil. El Omega con sus ojos azules brillantes se negaba a ser tomado en el suelo del balcón para el deleite del Alfa que con sus ojos rojos furiosos lo había tomado como un reto a su poder. Se habían mordido en los brazos y piernas, lanzado libros y figuras decorativas y finalmente tras forcejear habían consumado de pie pegado a la puerta del cuarto. Así ambos conseguían parte de lo que querían; que escucharan a su Omega gemir por él y no ser visto ni que vieran el cuerpo de su Alfa.

La cama había sido el escenario principal, pero al igual que la dureza madera de la puerta fue otro lugar, hubieron más: la ducha de baldosas frías, la alfombra de piel sintética, el sillón frente al ordenador. Para ese momento ambos disfrutaban por fin de un baño relajante, el agua caliente los cubría hasta el pecho y la espuma aromática tratando de retirar el exceso de sexo de sus pieles.

-¿Por qué tu piel es tan suave? -Pregunta en un susurro bajo, temiendo romper el ambiente. Sus grandes manos acariciando los brazos de su Omega bajo el agua de la bañera. El cuerpo de Jimin sentado entre las piernas de JungKook y su cabeza reposando en el pecho de este. -Me encanta. -Declara dejando un beso, que más simula una caricia, en su hombro derecho.

-Me he podido dar cuenta. -Bromea con una leve risa juntando espuma de la parte superior del agua entre sus manos.

-Solo quiero acariciarla. -Confiesa estirando sus manos por sus brazos hasta jugar con su Omega a recolectar espuma.

-Y besarla. -Añade Jimin volviendo a sentir los labios de Jeon besando esta vez tras su oreja derecha.

-Y lamerla. -Su lengua nunca podría tener suficiente de la suavidad y sabor de su piel, la roza por su nuca.

-Y marcarla. -Nada avergonzado a esas alturas por sus juegos, se había quebrantado esa inseguridad principal. Ahora sabía que podía complacer a su destinado en todos los sentidos. Con una sonrisa amplia levanta su pierna izquierda para mostrar la más grande de sus marcas rodeada de más pequeñas moradas y rojas; la principal eran dos dientes de Jeon en su muslo interior producto de aquella pelea de sus lobos.

-No puedes negar que se ven bonitas. -Alcanzando como puede, estirando su brazo izquierdo, pasa su palma por ese delicioso, blando y suave muslo blanquecino que se ha vuelto su obsesión para morder, succionar y marcar.

-Mi favorita es esta. -Su cuello se tuerce hacia la izquierda, dejando visible y expuesta la primera marca. La rojez que comienza a bordear en morado y amarillo en su marca de aroma. Jeon la mira desde su pequeña diferencia de altura recordando ese momento perdido de razón que experimentó. -Nochu, podrían ser tus dientes. -Añade el pelirrosa sin dejar de mostrarla, la mente de JungKook le juega la mala pasada de imaginar dos pequeñas rojeces y heridas en esa marca, sentir más de lo que ya siente a su novio, sentir que dejaría de pensar por sí mismo y para él mismo.

-¿Te gustaría que este fin de semana organizáramos una salida con los chicos? -Es tan obvio, tras el pequeño silencio, tan obvio para Jimin que ha querido cambiar de tema y tan obvio para JungKook que él ha reconocido sus intenciones. -Ir a algún bar a beber y comer...

-¡Un karaoke! -Grita ilusionado girando su rostro para ver el de su novio que le sonríe encantado viendo ese toque infantil en su mirada emocionada.

-No se hable más, un karaoke. -Asiente arrugando su nariz queriendo consentirlo, siempre querrá consentirlo. -Pero convences tú a Yeosang y YoonGi, no tienen pinta de gustarles esos sitios. -Bromea recordando a ese par de Omegas amargados y negativos mientras sus brazos rodean el torso de Jimin por la altura de sus costillas, el pelirrosa asiente y coloca sus manos sobre sus antebrazos también con alguna mordida más ligera del Omega.

-Dales alcohol y serán los reyes del escenario. -Sus risas se acompasan sonando a melodía para ambos y siendo arte puro la sonrisa radiante en el rostro contrario.