Ahora el mar me quiere sufrir.
No podría yo sangrar
en las evocaciones de mis lágrimas
una despedida tan dolorosa como
el sufrimiento de verte lejos
y sin mí y sin mis días
y sin mis labios que aguardan
tus labios y no los merecen y
no lo harán nunca.
Se apiadan de la oscuridad
sepulcral de estas estatuas,
el dominio de tu sombra dejándome
en el primer comienzo de la muerte;
las separadas redenciones de los cuerpos
deberían defenderse de las noches
en que moriremos por la lejanía.
Entonces se nos han oscurecido
los ojos en el Tiempo, en el pronto
suplicio del respiro;
se nos han lavado de las lágrimas la lluvia
y del mismo Tiempo que no nos perpetuó
en su requerido fin.
Debimos ser los siglos y el hierro, pero ahora
es mi soledad y la tenuidad de las calles
donde perdono todavía.
Y lo veo y lo siento y lo rozo
al punto del universo donde se fue
mi vida como si desprendida sangre
brotara de un llanto: este punto
existe y existió en su antes
y existirá cuando mi reposo
me revele el armado bronce y las flores
arrancadas de la vida.
Oh el ser alguien, ante la eternidad, ante
su pulso me muero, ante el nombre.
Mi dolor crea una sombra muerta
en las seculares formas de Buenos Aires.
Ya no significo sino la necesidad
más triste de estar muerto.
Así te me vas como una emancipación
perdida e incendiada que se pierde.
Oh el haber sido yo en tu vida:
íbamos a ser la ceniza junta.
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La anochecida noche
PoetryPoemario compuesto por 26 sonetos, 30 poemas en verso libre, y 4 piezas en prosa poética. Los poemas coleccionados en el presente volumen han sido compuestos, con mucha lasitud, entre noviembre del año 2018 y de 2019: tal vez la época más dolorosa...