My Girl || Henry Danger [#1]✔️

Capítulo 15

Oigan, oigan, por si hay duda, esta historia se va a basar toda en la temporada 5, como se puede ver en la imagen, Jace/Henry en el intro de la temporada 5.

Ahí estamos puestos en el tiempo.

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P.O.V____

El resto de la tarde estuvimos haciendo lo que normalmente hacemos en la Capi Cueva, pero esta vez en casa de los Hart... y con Piper, y los padres de Henry. Como sea, platicábamos de cosas sin sentido, ¡oh! Guardamos los regalos de Henry de nuevo para que volviera a abrirlos, nos burlábamos de Jasper un poco de lo que sea que estuviera haciendo, Jake decía tonterías, Ray no dejaba de coquetear con Kris, Piper no dejaba su teléfono... ah, otra buena tarde de cumpleaños en Swellview.

Pero como todo buen día, después de sacar a un mapache de la casa, de haber cubierto a tu mejor amigo en su vida de superhéroe, y de comer un delicioso pastel de 10 leches, este buen día debía de terminar.

Eran las 10:15 de la noche, Ray y Schwoz se habían ido al igual que Jasper y Charlotte, y la chica de control animal, solo éramos Piper, Henry y yo, en la sala acostados en el sofá, viendo una película vieja en la televisión.

Piper estaba en una esquina del sofá, y yo estaba con Henry en la otra parte, con los pies sobre la mesa de centro.

–¿Por qué estamos viendo esto?– pregunté metiéndome un bocado de palomitas a la boca –no tiene nada de sentido, no entiendo como viajan en el tiempo para arreglar todo lo que hacen mal en su futuro, no me gustan estos temas–.

–Ese es el punto, ____– contestó Piper –no tiene sentido para nosotros, pero para las mentes más grandes y raras, es como la octava maravilla del mundo–.

Me quedé mirando a Piper con la boca entreabierta tratando de entender de lo que hablaba.

–Insisto que es extraño y sin sentido, aunque es muy buena–.

–Lo es– siguió ella soltando una risa –no tiene sentido, además el viaje en el tiempo no existe, eso es lo que la hace más interesante, que no exista–.

–¡SI!– gritó Henry de la nada, haciendo que las dos volteáramos a verlo –quiero decir no, no... los viajes en el tiempo no existen... digo aunque ya lo haya hecho... lo cual no, no no he viajado en el tiempo, porque no hay eso ¿por qué deberían de existir?... No tienen porque existir, es algo que no, no... no puede existir–.

Como hace una horas, lleve mi mano hacia mi cara donde realicé un gran notorio palm face, ay Henry, Henry. A veces pienso ¿cómo será posible de que Henry no se delate solo cuándo hace eso? Sus nervios, y todas las cosas que dice para tratar de disimular lo que había dicho, es increíble.

–¿Qué?– preguntó Piper confundida.

–Ahh...– comenzó a titubear –es que ya les dije yo... um...–.

–Es que a tu hermano– traté de intervenir, o sea lavarle el pellejo a mi amigo –le... emociona, el viaje en el tiempo, y siente como si ya lo hubiera hecho–.

Henry chasqueó los dedos y me señaló, como diciendo que estaba de acuerdo con mi punto.

–Eso–.

Rodeé los ojos y me volví a poner en mi posición original para seguir viendo la película. Se estaba poniendo interesante.

–Bueno– dijo Piper levantándose de su lugar –es tarde, escuela mañana, me tengo que dormir–.

Fruncí el ceño desconcertada –tú jamás te duermes temprano–.

–No, pero tengo que llegar temprano a la escuela mañana porque son las inscripciones para ser la reina del cactus en el Cactus Con– suspiró –sueño hecho realidad, y lo voy a ganar– hizo otra pausa –buenas noches–.

–Buenas noches– contestamos Henry y yo al unísono.

Después de que Piper se fuera de la sala, nos quedamos Henry y yo viendo la película, no me importaba la verdad si ya era tarde, mañana no iríamos a la escuela, aunque él no supiera eso. Pero aún así debía llegar a casa o mis abuelos me matarían.

–Hey– dije moviendo mi mano de arriba a abajo sobre sus ojos –ya me voy, te veo mañana–.

–Oye, oye ¿a dónde vas?–.

–¿A mi casa?– pregunté incrédula –¿donde vivo con mis abuelos? ¿Y mis hermanos?–.

–Te llevo entonces– dijo este mientras se paraba del sofá –no puedes ir sola–.

Miré a Henry para después darle una pequeña sonrisa, que lindo gesto de su parte la verdad, pero debo admitir que ya era bastante tarde y aunque lo quisiera demasiado, no iba a dejar que me llevara solo porque sí.

–Henry, ya es tarde, vivo a cinco calles, no pasará nada–.

–Por eso mismo, ____– habló de nuevo –son más de las 10, aunque es domingo y está prohibido hacer algún crimen a esta hora en Swellview–.

Fruncí el ceño –¿leyes raras de Swellview?– asintió –tiene sentido, ahí está, no pasará nada–.

Mi querido amigo se acercó hasta mí, bajó un poco para llegar hasta la altura de mi oído, tenía su mirada misteriosa, esa cara que hace cuando quiere "hacer un punto", okay ¿qué está pasando?

–No prefieres que te acompañe...– miró a su alrededor –¿Kid Danger?–.

–¡Oh!– exclamé en un susurro, ya sé a donde va esto –¿y cómo podrías hacer que Kid Danger me acompañe?–.

Se encogió de hombros –es un gran amigo mío– dijo incorporándose.

–¿Ah si?– pregunté sarcástica, él asintió –llámalo–.

–Bien– contestó firme –iré al pórtico, y llamaré a mi querido amigo Kid Danger–.

–Aquí te espero–.

Pasaron alrededor de 2 minutos y Henry aún no regresaba, era extraño, no le tomaba más de 1 minuto soplar una burbuja y transformarse.

Un poco preocupada, tomé mis cosas del sofá para después salir al pórtico de la casa despacio y sin llamar tanto la atención.

–¿Henry?– no hubo respuesta –¿Henry?– tampoco –¿Kid Danger?–.

No estaba por ningún lado, era como si la tierra se lo hubiera tragado, y puedo jurar que...

–¡BOO!–.

–¡Ah!– él muy maldito me cayó del techo, tirándome al suelo, segunda vez en el día, genial –¿estás loco?–.

Ya traía su traje de Kid Danger, y como era de esperarse, no paraba de reír... tengo algo con que me caigan del techo de la nada, no lo sé.

–¡Quítate!– le ordené, pero se seguía riendo –en serio Henry, muévete–.

Suspiró al mismo tiempo que fingía secarse una lágrima –nunca pasa de moda– lo miré mal –si, bien, ya me quito, déjame ayudarte–.

El chico me estiró la mano para ayudarme en seguida de que él se paró, tomé de esta, y me paré.

–No es gracioso– dije entre risas.

–Lo es– respondió de la misma forma –pero está bien ya, te llevaré a casa–.