Capitulo 21: Ganar.

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Aquel encuentro le había dado las fuerzas necesarias para seguir entrenando. Sabía que si entraba en el cuerpo de soldados, Ronald estaría más cerca de ella, aunque solo fuera en las misiones. Formar parte de su pelotón la ayudaría a protegerlo tanto como deseaba.

Las pruebas se realizaron un caluroso martes por la tarde, Megan había conseguido los primeros puestos en las pruebas de resistencia, ante la mirada sorprendida de los candidatos. La joven, al lado de ellos, era mucho más pequeña y escuálida, sin embargo, había conseguido derrotar a varios de los más fuertes.

Subida en la plataforma donde se producían las peleas, se mantenía firme frente al oponente con los puños a la altura de su rostro. Neil y Ronald estaban entre los jueces, observando atentamente las pruebas. El mayor de los Newman se sentía orgulloso por los resultados que estaba consiguiendo la estudiante, aunque varias veces había caído al suelo, molida a golpes, siempre volvía a levantarse, decidida a ganar.

Ronald se percató de las marcas en la espalda de la luchadora, su top deportivo le dejaba a la vista varias de sus cicatrices pero parecía no percatarse de ello. Las analizó con cierta tristeza en la mirada, nunca se había dado cuenta de estas.

Megan lanzó un puñetazo en el estómago de su contrincante, dejándolo sin respiración. Bale apuntó algo en su libreta. Le gustaba aquella mujer.

Podía ser un punto fuerte en su equipo de misiones, de aspecto dulce pero de corazón salvaje, estaba claro que aquella imagen podía jugar a su favor.

Las pruebas finalizaron y Megan consiguió entrar en la lista, la ilusión inundó sus extremidades mientras buscaba las miradas de la familia. Neil levantó su dedo pulgar para mostrarle que el esfuerzo había dado sus frutos, por otro lado, Ronald le sonrió orgulloso.

A partir de aquel momento, Megan pasaría a formar parte de sus soldados más jóvenes.

A partir de aquel momento, Megan pasaría a formar parte de sus soldados más jóvenes

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Celebraron su victoria de una forma especial.

Cuando la estudiante llegó a casa, Holly la esperaba con un montón de comida en la mesa, estaba hambrienta por lo que no tardó mucho en devorarla. Ronald, había decidió pasar la noche en su antiguo hogar para acompañarlos y tras cenar en compañía de sus seres queridos,  le pidió a la joven que tocase el violín.

Megan lo hizo sin pensarlo demasiado, dejó que la música volviera a llenar las almas de su familia de acogida, experimentado un gran momento lleno de felicidad. Volvió a sentirse afortunada por haberlos encontrado en aquel punto de su vida.

El camino era menos solitario junto a ellos.

En el fondo, entre tanta felicidad, extrañó a sus hermanos.

Imaginó que Hann se sentaba en una silla, cerca de Holly y disfrutaba de la velada. Jackson volvía a comportarse como cuando eran niños, dulce y amable.

Extrañaba aquellos días donde la preocupación no era común para ella.

Aguantó las lágrimas de nostalgia y prosiguió con la balada.

Al finalizar, Neil le dio un fuerte abrazo, emocionado por el sentimiento que había empleado en el fragmento. Megan escondió el rostro en su pecho, tenía muchas ganas de romperse pero aquel no era el momento.

La madrugada llegó y la joven de ojos verdes se aseguró de que todos durmieran. Salió de casa sin hacer ruido para después tomar su bicicleta. El viento le golpeó el cabello, revolviéndoselo y deshaciendo su coleta.

Pedaleó entre los prados con una fuerte presión en su pecho y llegó a la colina donde se encontraba la tumba de Hann.

Bajó de la bicicleta y se sentó frente a la lápida, abrazándose las rodillas. Apoyó la barbilla en su antebrazo.

–Voy a luchar por ti.–Informó al aire, como si el menor la estuviera escuchando.

La luna brillaba encima de la escena, dándole una pincelada de tristeza al lugar. Se permitió llorar y extrañarlo.

Megan quería celebrar su logro con el niño.

Los recuerdos del pasado habían estado reprimidos durante mucho tiempo en su interior.

Cerró los ojos y volvió a la época más feliz de su vida. Megan leía al lado de Emma Silver, quien realizaba una trenza en su largo cabello, sentadas en el jardín. Jackson sujetaba a Hann en su espalda mientras corría alrededor del enorme abeto que caracterizaba el huerto.

Los veranos solían pasarlos en el distrito natal de su padre Pat, alejados de la civilización para estar más tranquilos en familia. A ella le encantaba tomar el sol junto a Hann, recoger flores y apoyar la cabeza en el regazo de su padre.

A veces, solo cuando despertaba de una fuerte pesadilla, se imaginaba la sensación de las caricias de Pat sobre sus mejillas.

Ya había pasado mucho tiempo de aquello.

Megan tenía solo ocho años cuando la primera tragedia golpeó su vida. Jackson les había cuidado desde entonces, aún así, maduró demasiado temprano.

Buscó trabajo a los diez, Jackson no podía pagar las facturas y darles de comer a la vez, por lo que un día de invierno, su vecino Jacob le dejó formar parte de su taller de pintura. La por aquel entonces niña, pequeña e inocente, transportaba los cubos de pintura en una pequeña carretilla a todas partes.

Su vecino era un buen hombre, pasaba hambre y darle dinero a un empleado más no era su mejor opción para ahorrar algo de dinero. Sin embargo, tras ver el iris verde y hambriento de Megan, decidió darle aquel puesto de trabajo. La trataba como a su hija y le enseñaba a pintar varios dibujos sencillos. La cría sonreía y Jacob soltaba alguna que otra carcajada,  admirando la inocente  ilusión que esta siempre empleaba en aprender cosas nuevas.

Cuando su hermano mayor los abandonó, el hombre de avanzada edad le aumentó el sueldo, sin importarle en absoluto que su negocio estuviera en banca rota.

Megan le recordaba con cariño.

Sintió una mano en su hombro y giró el rostro hinchado de tanto llorar. Su cuerpo se paralizó y el corazón comenzó a latirle con fiereza.

Conocía a aquel soldado perfectamente, no había cambiado nada. Bryton Tales la observaba lleno de felicidad, después de tanto tiempo volvían a reencontrarse.

Había regresado del campo de batalla.

Hasta que llegue la paz Where stories live. Discover now