Capitulo 22: Querer.

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Megan miró sus ojos negros mientras se levantaba lentamente. Bryton no estaba muerto.

La sorpresa inundó cada parte de su cuerpo y una enorme sonrisa le cubrió los labios.

El joven tenía el brazo vendado y el cabello rubio revuelto por el viento.Seguía igual de apuesto, sin embargo, se notaba que había crecido.

–¿Por qué lloras pequeña?–La voz grave del soldado acarició los oídos de Megan. Hicieron un profundo y nostálgico contacto visual antes de que el hombre la abrazase con fuerza.–Sentí tanto miedo cuando escuche que todos habían muerto...–Susurró mientras se aferraba a ella.

–No sobrevivió nadie.–Murmuró y se alejó un poco, no quería que malinterpretase las cosas. Habían tenido una relación bonita pero la estudiante, en esos momentos, no estaba preparada para volver con él.

–¿Hann...?–Bryton colocó un mechón de cabello detrás de la oreja de la joven, quien al escuchar el nombre de su hermano notó como las lágrimas volvían a golpear sus pupilas.

Aquel breve contacto hizo que Megan se sonrojase, recordó los dulces momentos del pasado. Sin embargo, el sentimiento que experimentaba era totalmente diferente a cuando Ronald la tocaba.

Ella ya no estaba enamorada.

–¿Qué haces aquí?–Preguntó confundida, era muy extraño que hubiesen coincidido en un lugar tan apartado y solitario. El hombre sonrió de una manera rara y nerviosa, acarició las caderas de la adolescente, incomodándola.

–¡Megan!–Un gritó grave y varonil hizo que ambos se apartasen de golpe, la nombrada buscó en la oscuridad al dueño de la voz y Neil apareció en su campo de visión.–¡Aléjate de ella, imbécil!– Exclamó cuando Bryton trató de tomarle del brazo.

–Neil...¿Qué pasa?–La joven no estaba comprendiendo nada, el odio que salía de los poros de su padre adoptivo era inminente, la colocó detrás suya lleno de rabia.

Bryton Tales se cruzó de brazos y borró cualquier rastro de alegría de su rostro, Megan se percató entonces del tatuaje en su pecho. Su camiseta se había abierto un poco dejándolo a la vista.

–Es uno de ellos.–Murmuró pero la joven ya se había dado cuenta.

Un rebelde.

Apretó los puños y sintió una decepción diferente a cuando se enteró de los sucios trabajos de Jackson, esta vez sentía asco y rencor. Neil la obligó a andar hacia atrás pero la espalda de la muchacha chocó contra el pecho de alguien más.

Sintió un escalofrío recorrer su delgado cuerpo y el desconocido le agarró con fuerza del cuello, ahogándola.

El mayor de los Newman reaccionó lanzándose contra él, golpeándolo. Megan cayó al suelo buscando oxígeno y notando como cada parte de su cuerpo temblaba, sin llegar a creerse la escena.

Bryton, como si de un amigo se tratase, la incorporó. La joven buscó en sus ojos aquella bondad que siempre había admirado en él. Trató de abrazarla otra vez pero Megan lo empujó con todas sus fuerzas para ir a socorrer a Newman.

El contrincante  estaba encima de Neil mandando golpes a su rostro. La muchacha apretó los puños y no dudó en lanzarle un puñetazo en la mandíbula, lo suficientemente fuerte para dejarlo tumbado y permitir que Neil lo paralizase.

No iba a quedarse quieta, jamás volvería a ser una damisela en apuros.

Por otro lado, el soldado de cabello rubio comenzó a correr colina abajo, escapando, sin embargo, justo en aquel momento, Ronald detenía el vehículo en el lugar, salió de este y al verlo tan indefenso soltó una carcajada.

Hasta que llegue la paz Where stories live. Discover now