Capitulo 35: Buscar.

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Megan asistió al entierro de Bale junto a los Newman, quienes se encontraban conmocionados por la pérdida del estratega. Ronald, estaba en las primeras filas de los asistentes, muy cerca de Ágata y su madre, destrozado.

No quiso mirarlo cuando el soldado caminó para saludar a sus padres, tan sólo recibió de su parte un leve roce en el hombro, dándole a entender que no estaba enfadado con ella.

Las ojeras en el rostro de la violinista no pasaron desapercibidas ante los ojos de Neil, el cual, al llegar a casa, insistió en acompañarla hasta la estación de tren.

Hablaron del conservatorio, su ruptura con Nolan y, sobretodo, del reencuentro con el sargento. El hombre era demasiado listo, estaba más atento de lo que mostraba por lo que rota acabó informándole de su pequeño enfrentamiento.

El mayor de los Newman confesó que estaba de acuerdo con la postura de su hijo y le explicó que se merecía vivir en condiciones después de tanto dolor.

Ella estaba perdida, ni siquiera tenía un propósito en la vida y se culpaba por no saber como actuar.

Al principio la idea de ser una soldado se vio truncada por el disparo y la operación de su rodilla, más tarde, su padre pensó que lo mejor para su única hija era asistir a la universidad.

Le gustó la ciudad, se sentía libre e independiente, no obstante, seguía esclava de sus traumas. Buscó una figura varonil desesperadamente y no fue capaz de romper los lazos con su primera ex pareja, Nolan siempre influenciaba sus decisiones, explicándole que lo hacía para protegerla.

Las semanas transcurrieron de forma extraña y llenas de frío, Megan iba y volvía del conservatorio, solitaria, sumida en sus propios pensamientos.

Una de esas noches, el profesor la visitó.

La violinista no le permitió introducirse en su hogar, no era estúpida, conocía el motivo por el que venía. Cerró la puerta tras ella y escuchó sus súplicas desde el interior.

Su primera decisión, alejarlo de su vida.

Días después, le propusieron dar clases a la hija de un general, dejó los conciertos para enfocarse en las lecciones y pronto comenzó a sentirse más alegre.

Llamó a su padre para transmitirle la noticia. No se formaría para ser artista, si no, como profesora. Pat fue bastante comprensivo y aceptó.

Algunas veces, tuvo la tentación de telefonear a Ronald para informarle de que lo estaba intentando lentamente para no equivocarse, en cambio, fue él quien decidió hablar con ella.

–Han sustituido a Bale.–Le dijo con la voz más ronca y grave que de costumbre, Megan tuvo que obligarse a no temblar.–No me llevan al frente, Meg, quieren subirme el cargo.

La felicidad llenó cada centímetro del cuerpo de la menor y varias lágrimas de tranquilidad y alegría descendieron por sus mejillas.

Ronald no escuchó ninguna palabra de su parte pero consiguió captar el suave llanto de la otra línea.

–¿Comes bien?–Volvió a hablar, cuidándola aún, muy lejos de su lado.

–Lo intento.–Finalizó provocando una pequeña sonrisa en los labios de Ronald.–Voy a demostrarte que soy capaz de quererme, solo espérame...–Pidió llena de seguridad.

–Te esperaré toda la vida si es necesario.–Las palabras del sargento le dieron las fuerzas necesarias para comenzar a cambiar todo lo que le molestaba.

Megan y Nolan dejaron de reunirse en la universidad, el profesor ya no le prestaba atención y la estudiante se sintió más tranquila, odiaba esas miradas lujuriosas.

Hasta que llegue la paz Where stories live. Discover now