También Eres Mi Prioridad

Capítulo 35: Amenaza

Eitan POV

Aún recuerdo ese día; yo tenía catorce años, estaba en el salón hablando con unas chicas, recuerdo que ellas comenzaron la conversación diciéndome que les gustaría que las acompañara en el momento del receso, ya me había negado varias veces, yo me la pasaba jugando fútbol en cada receso y no quería que haya una excepción sólo por sentarme con unas niñas de hormonas alborotadas.

Ellas me insistieron y me propusieron que me pagarían, desde que dijeron eso comencé a ponerle atención a su propuesta, ¿Quién rechazaría treinta dólares por sentarse con unas niñas bobas en un receso?

Estábamos a punto de cerrar 'trato' y el profesor nos llamó la atención, todos en el salón guardaron silencio, el profesor mencionó mi nombre en voz alta y yo me paralicé por completo.

Me preguntó la fórmula química del dióxido de carbono.

Ni siquiera sabía que cursaba química ese año.

Ya sabrán la vergüenza que pasé ese día, era un simple niño cuyo único objetivo era impresionar a cualquier persona, quien sea. Que el profesor te pregunte algo en clase y tú no tengas ni la más mínima idea de qué habla, es la peor vergüenza que creí que existía.

Conocer al padre de tu novia por primera vez, sobrepasa todas las vergüenzas que he pasado en mi vida.

¿Y usando maquillaje de niña? Vaya primera impresión...

—¿Me vas a responder? —cuestiona el hombre arqueando su ceja.

—Soy Eitan —le extiendo mi mano —Vine a visitar a... —mi mirada viaja hacia Abby y ella me señala a Dereck, es entonces que comprendo —A Dereck, soy su amigo.

—Bueno, Eitan... —guarda una pausa, pero no tarda mucho en responder —Ya te puedes ir.

Edith -la madre de Abby- le lanza una mirada molesta a su marido. Antes de que pueda responder ella habla primero —¿Te gustaría cenar con nosotros, Eitan? —propone.

John se extraña de la propuesta de su esposa, pero decide ahorrar sus palabras —No quiero causar problemas, señora Miller —me limito a decir mientras me acerco a la puerta con la intención de salir de la casa.

La pequeña Chloe se acerca corriendo hacia mí y me rodea en un tierno abrazo, —Quédate a cenar —suplica, sus grandes ojos cafés se iluminan, haciendo que una sonrisa salga de mi rostro.

—Eso será tomado como un sí —exclama Edith —Iré a preparar la cena —menciona antes de entrar a la cocina. El señor Miller rueda sus ojos de una forma agotada y se sienta en el sofá.

Abby se acerca a donde estoy con sus mejillas rojas y toma a Chloe en sus brazos —Disculpa a mis padres, siguen siendo algo... entrometidos.

—No hay ningún problema —la tranquilizo.

—Deberías... —señala mi rostro —Limpiarte.

—Cierto —digo y subo al segundo piso para entrar al baño.

Froto mi rostro con la espuma del jabón hasta eliminar todos los restos del maquillaje, enjuago mi cara quedando empapado. Froto mis ojos para poder abrirlos, me miro en el espejo y veo que mi camisa está algo sucia y mojada, no puedo creer que estuve hablando con los padres de Abby vestido así.

Me retiro mi camisa quedando con el torso descubierto, le pediré a Dereck que me preste una, si es que aún tiene en esta casa. Abro la puerta del baño y mis ojos se abren sorprendidos al ver a Abby fuera de éste con una toalla en su mano, su rostro luce quizá mas sorprendido que el mío, su mirada viaja hacia mi torso y sus mejillas comienzan a tornarse de un color carmesí.