También Eres Mi Prioridad

Capítulo 49: Papá

Eitan.

—Bien, eso es todo. Felicidades, Eitan Harper.

—Gracias —respondo con una falsa sonrisa y un apretón de manos.

Tomo la carta de felicitaciones y de inmediato salgo de la universidad, he venido sólo para firmar unos últimos papeles para mi graduación, que será en dos días.

Me dieron a parte una carta de felicitaciones por haber concluído con éxito mi estadía en la universidad. Creo que este momento debería ser muy especial en mi vida, algo de lo que yo debería estar orgulloso, pero no lo estoy, no se siente bien, no puedo estar bien si sé que no he cruzado palabra alguna con Abby.

Deseo correr e ir a pedirle disculpas ahora mismo, abrazarla y recordar su aroma, llegar a ella y mostrarle que en dos días me graduaré, que lo he logrado, que gracias a su apoyo lo hice, porque ella confío en que lo haría, que arreglaríamos todo y este día llegaría pronto.

Pero ¿De qué te sirve lograr tus metas? Si la persona que te ayudó a conseguirlas, no está más junto a ti.

No la he visto, y por más que quiera hablar con ella, Dereck dice que la deje en paz al menos por una semana, me siento mal, porque mi amigo no me apoya para poder recuperarla, pero también lo entiendo, es su hermana después de todo.

Llego a mi departamento y me lanzo a la cama, descanso unos segundos y regreso a la realidad. Me adentro al baño dispuesto a darme una ducha, me retiro todas mis prendas y abro la regadera a un agua fría, entro a ésta y recargo mi cabeza en la pared, lanzo un suspiro irritado y entonces mi celular comienza a sonar desde mi habitación.

Salgo de la ducha sin previo aviso y me envuelvo en una toalla con rápidez. Puede que he estado muy pendiente de mi celular, quizá después de haber llamado varias veces a Abby, ella optó por devolvérme la llamada y hablar conmigo, lo dudo mucho pero sigo teniendo esperanzas.

La sonrisa en mi rostro se desvanece al ver que es una llamda de Dereck —¿Qué? —respondo de mala gana.

—¿Otra vez te decepcioné? —dice en burla.

—Cállate y habla rápido, idiota —sé que mi conflicto con Abby, no significa que deba desquitarme con la gente, pero juro que sólo es con Dereck, quien se la ha pasado reprochándome en la cara que deje a Abby tranquila.

No es que no le haga caso, pero es estresante.

—Es que hay un problema... —dice nervioso.

—¿Cuál?

Él duda en responder y entonces habla —Chloe ha estado triste desde que conoció a Thomas.

Abro mis ojos de par en par y trago en seco —¿¡Cómo que conoció a Thomas!?

Abby.

—¿Ya casi llegamos? —pregunta Chloe por milésima vez en el camino.

Niego de nuevo.

—Chloe, me lo preguntaste hace menos de un minuto.

—Pero ya quielo llegal —hace unos tiernos pucheros —Quiero una hambulguesa.

Ella sabe que irá a conocer a alguien, le dije que es una persona especial, obviamente ella se veía muy contenta con todo eso, pero no estoy segura si se lo tomará bien. Prefiero decirle que Thomas es su amigo, pero tampoco le quiero ocultar la verdad, además, si no arreglo las cosas con Eitan, lo mejor es que se olvide de él.

Quedé con Thomas en vernos en algún lugar, él dijo que en el que Chloe desee, ¿y saben qué fue lo que dijo? El Mc'Donalds.

Cuando llegamos, estaciono el auto y Chloe se baja a toda velocidad, entramos al local y lo primero que hace es correr a ver los juguetes que se encuentran disponibles. Mientras ella se acerca a la vitrina, yo busco con la mirada a Thomas, hay demasiada gente que apenas y puedo ver mesas disponibles.