También Eres Mi Prioridad

Capítulo 46: La última mentira

Abby.

Los castigos...

Una de las peores cosas que existen en este mundo, son consecuencias para los niños que se porten mal, ¿cuál es el problema conmigo? Pues que yo ya no soy una niña y aún así tengo esta maldición.

Dirían que una chica de veintiun años ya toma sus propias decisiones, ya vive sola, está a punto de graduarse y definir su futuro, ¡ah! Y va a fiestas cada fin de semana. Pero no, yo soy una inmadura que incendia el horno de sus padres y cuando está a punto de salir con su novio, la castigan.

—Te falta una mancha ahí, Cenicienta —bromea mi madre señalando una mancha de lodo en el suelo, bufo molesta y me dirijo a limpiarla —Oh vamos, no te enojes.

—No estoy molesta —en realidad, sí, un poco.

—Te lo mereces por irresponsable —sinceramente tiene toda la razón, ni siquiera hice lo que ella me dijo que hiciera antes de que fueran a Texas y lo único que dijo que no hiciera...

"Y no incendies la casa en nuestra ausencia"

Lo hice.

Ugh, soy un desastre —Bien, quizá esta vez si me pasé un poco —admito.

—Abigaíl, ¿así cómo confiaré en que vivas sola?

—¡Dereck vive solo y sigue con vida! —reprocho.

—Él ya es un adulto responsable y maduro, cuando acabes tu carrera como él, vivirás sola —¿sabían que aunque los padres lo nieguen, siempre tendrán un hijo favorito?

—¡Já! Mi hermano no puede estar tan siquiera con una chica.

En eso, Dereck baja de las escaleras —¿Que yo qué?

Mi madre rueda los ojos y suspira —Cuando termines, recuerda ir al supermercado a comprar el mandado —asiento —Me tengo que ir, no incendies la casa, de nuevo.

—Lo intentaré —repito.

Ella me da un golpe en la cabeza —Esta vez no estoy bromeando, Abigaíl.

Mi madre sale de la casa y Dereck aprovecha para burlarse de mí sin compasión, odio ver la jodida sonrisa burlona que porta su rostro —Creo que te falta otra man...

—¡Ya lo sé!

En ese momento, Chloe se acerca a nosotros —Mami ¿ya vas a acabar? Es que quielo il al palque.

Le doy una sonrisa —Quizá más tarde.

Dereck se une a la conversación con una sonrisa maliciosa —Si quieres podemos salir al patio y te puedo enseñar a hacer pastel de lodo.

Le lanzo una mirada asesina —Dereck, ¿qué cara... —tapo mi boca al recordar que Chloe está escuchando —Quiero decir... no creo que sea una buena idea.

—¡Sí! ¡Pastel de lodo! —exclama Chloe con emoción. Dereck le sonríe animado y ambos salen al patio.

Jodido día.

-

Observo la lista del mandado nuevamente, he pasado por todos los pasillos del supermercado y no he logrado encontrar el jabón líquido, es lo único que me falta para poder largarme de aquí de una buena vez.

Decido mejor olvidar el jabón e ir a la caja a pagar y es ahí cuando lo veo...

El querido...

Y travieso...

Jabón.

Lo agarro y lo echo al carro de compras, me atienden en la caja y mis ojos se abren como platos en el momento que me  dicen el costo de todo el mandado.