Harry Potter y el Señor del Rayo

Capitulo 14

Harry esquivó otro hechizo. La sala de Duelo en el Castillo Potter estaba llena de pintura. Pero a Harry no le importó mientras esquivaba cada bola de pintura que se le acercaba. Finalmente, después de una hora de esquivar hechizos, se tomó un descanso y se sentó en el banco. "¿Cómo lo hice?" preguntó.

Toby miró sus notas y dijo: "Esta vez fue mejor Maestro Hadrian. Solo dos golpes en la última hora, mejor que la última vez. Pero Toby cree que necesitas practicar hasta que puedas esquivar sin ser golpeado ni una sola vez".

Harry exhaló y asintió. No le había dicho a nadie, excepto a Daphne, que iba a participar en el Campeonato Internacional de Duelo Sub-13 en París este verano. Quería que fuera una sorpresa para ellos, ya que todos pensaban que irían a París de vacaciones y nada más. Harry estaba más que bien entrenado en lanzar hechizos, así que pasó todo su tiempo perfeccionando su precisión y esquivando hechizos.

Habían pasado dos semanas desde que había regresado de Hogwarts. En esas dos semanas, aparte del entrenamiento, saltaba de Sirius a Greengrasses. Sirius descubrió que no había cortado todo contacto con Remus Lupin, pero habían decidido entablar una amistad tentativa y ver cómo funcionaban las cosas. Sirius también mencionó que no hablaron de Harry; cuanto menos supiera el hombre lobo sobre las actividades de Harry, menos podría decirle a Dumbledore. Harry se vio obligado a contarle a su padrino que Lupin le mostró a Dumbledore el recuerdo de la reunión, pero luego decidió no hacerlo. Mientras Lupin no supiera lo que Harry estaba haciendo, no importaba. Además, no es como si confiara en Sirius de todos modos, por lo que su padrino no pudo revelar accidentalmente información al hombre lobo.

Finalmente, el 27 de julio, Harry, Sirius, Amelia y los cuatro Greengrasses se encontraron en la Terminal Internacional de Flu. El grupo entró en la gran chimenea y esperó. Después de varios segundos, hubo un fuego esmeralda y pronto se encontraron en la oficina de Aduanas Mágicas en París. Una vez que todos fueron despejados, llevaron un traslador a la casa de Greengrass en la ciudad.

Astoria estaba muy emocionada, así que fueron al distrito de compras mágicas de París. Las brujas y los magos no tenían problemas con los idiomas, ya que había hechizos de traducción para leer y pociones para hablar. Desafortunadamente, no duraron demasiado, por lo que las personas que viajaban todo el tiempo por negocios o por educación tenían que seguir tomando la poción. Todos compraron algunos recuerdos y comieron en los mejores restaurantes de la ciudad.

HP * LIGHTNING LORD * HP

"¿De Verdad?" preguntó Harry maravillado. "¿No hay hoteles mágicos en ningún lugar del mundo?"

"No, en realidad no. La gente generalmente se contenta con pasar la noche en la posada mágica local y continuar. Hay restaurantes, por supuesto, pero no hoteles como los que estás hablando", dijo Cyrus.

La mente de Harry estaba calculando a un ritmo furioso. Si pudiera comenzar a adquirir algunas propiedades en unos pocos países y comenzar un International Wizarding Hotel con comodidades de lujo, se podría crear una nueva industria. Definitivamente hablaría con Lord Rangok sobre esto junto con el otro negocio espejo que había mencionado meses atrás.

La fiesta de cumpleaños de Harry fue genial. Todos habían dado regalos basados ​​en los intereses del niño; Harry había conseguido libros y un muñeco de duelo de última generación. Miró a Daphne con los ojos muy abiertos. Ella solo susurró que no se lo había contado a nadie, pero les había dicho a sus padres que a Harry le gustaba el duelo. Era el regalo de Sirius lo que lo había sorprendido nuevamente.

"¿Canuto? ¿Cómo, en nombre de Merlín, sabías sobre esto?" Preguntó incrédulo. Frente a él había una caja con siete relojes de lujo en ellos; uno para cada día de la semana. Harry los había estado babeando desde que los vio desde la ventana de una tienda en Londres Muggle. Se encontró extrañamente obsesionado con el número siete, pero no lo pensó mucho.