Harry Potter y el Señor del Rayo

Capitulo 39

Albus Dumbledore miró al chico frente a él bajo sus lentes de media luna. Había escuchado rumores sobre Harry discutiendo sobre elfos domésticos y otros temas relacionados con Hermione Granger, lo que mostraba que Harry no tenía una buena opinión de los muggles y eso era perturbador. Harry le recordaba a Albus demasiado a Tom Riddle, y había que detenerlo ahora. Estaba tan contento de que un Mortífago hubiera sido infiltrado en Hogwarts para ayudar a Voldemort. Oh, él sabía que Alastor Moody fue atacado y un mortífago multijugos estaba tomando su lugar, pero todo era por el bien común. Si Tom iba a ser devuelto a la luz, primero debía recuperar un cuerpo. Después de matar a Harry y una vez que los pedazos de su alma son destruidos, Albus estaba seguro de que Tom se daría cuenta del horrible error que había cometido. Pero que Harry odiara a los muggles era inaceptable. Había esperado que los estudiantes se unieran a él nuevamente, pero en cambio, ¡lo escucharon y formaron sus propias opiniones! ¿Qué le había pasado a la mentalidad de oveja? Recordó los latigazos verbales de Daphne Greengrass después del incidente de la Cámara de los Secretos y de repente se sintió incómodo. ¿Podrían las palabras de esa niña haber desencadenado una chispa de cambio en la mentalidad de la generación más joven? Esto no era nada bueno; había construido su base de poder solo en la mentalidad de oveja, y si desaparecía, también lo haría su influencia. Al menos Harry sería odiado por todos pronto. Todo lo que tenía que hacer era esperar a que el cáliz de fuego escupiera el nombre de Harry, y los demás harían el resto. Ah, ¿no era el mago más inteligente de todos los tiempos?

"¿Qué puedo hacer por usted, director?" preguntó Harry, cortando el silencio. El profesor Flitwick estaba mirando a Dumbledore con los ojos entrecerrados.

"Bueno, muchacho" dijo Dumbledore. "He escuchado algunos rumores inquietantes sobre ti recientemente. ¿Es cierto que albergas odio por todos los muggles y los nacidos de muggles?"

Harry resopló. "Como estudiante, como mentor" murmuró. Como Granger, Dumbledore parecía haber sacado conclusiones también. La pregunta en sí era una trampa, en el sentido de que si respondía, Dumbledore la usaría en su contra.

"No tengo idea de dónde ha escuchado eso, Director, pero de ninguna manera es la verdad" dijo Harry.

"Bueno, Harry, escuché algo diferente. Escuché que la señorita Granger estaba tratando de ayudar a los elfos domésticos y estaba tratando de dar ideas para mejorar nuestro mundo. Los muggles son una raza fascinante y deberíamos aprender de ellos, muchacho" dijo Dumbledore, sus ojos brillando hacia Harry.

"Estaba tratando de obligar a los elfos domésticos a aceptar ropa" dijo Harry con calma. "Los elfos vinieron a mí en busca de ayuda, así que decidí enderezarla. Y nunca dije nada malo. Ella seguía instigando que las brujas y los magos eran atrasados ​​y bárbaros, mientras que su alardeado mundo muggle era perfecto, así que quería aclararla . ¿Eso es todo Director? "

"No puedes albergar un odio tan profundo hacia los muggles, Harry" dijo Dumbledore sombrío. "Te estás poniendo oscuro , muchacho."

Harry se rió entre dientes y se levantó. Se dirigió hacia la puerta, que con su toque se abrió mucho para sorpresa de Dumbledore cuando finalmente dijo: "¿Cuándo he sido ligero, Albus, muchacho?" Con eso, salió de la habitación, con Flitwick siguiéndolo, este último con una pequeña sonrisa en su rostro.

"Maldito viejo tonto manipulador" murmuró Harry para sí mismo. "¿Es sorpresa que Riddle lo odiara?"

HP * SEÑOR DEL RAYO * HP

El 30 de octubre, Harry se encontró fuera del castillo, esperando a las delegaciones de Beauxbatons y Durmstrang. Las cosas iban bien por ahora. Hagrid había escuchado sus consejos y trajo unicornios a la siguiente clase, para alivio y deleite de todos los demás. También había traído un runpoor, una serpiente mágica de tres cabezas, y Harry había estado más que feliz de hablar con la criatura y traducirlo al resto de la clase. No hace falta decir que había sido una experiencia fascinante, y el Cuidado de las criaturas mágicas en realidad estaba resultando tolerable ahora que Hagrid traía criaturas más dóciles e interesantes, aunque no de acuerdo con la definición de Hagrid de "interesante".