Lies

8- Mansión Prince

Cuando llegaron, Harry esperaba encontrarse con Spinner's End, el lugar que había visitado cuando era niño, pero en su lugar se encontró con que estaba frente a una gran mansión oscura, rodeada por árboles y flores. Harry la miró confundido, y al parecer Snape lo notó, porque dijo:

-¿Algún problema?

-No sabía que viviera aquí-dijo Harry, mirando la casa sorprendido-siempre se ha dicho... que vive en otra casa.

Snape asintió, al tiempo que caminaban hacia la mansión.

-Esta no es la casa que siempre uso-respondió Snape, mirando a su alrededor-normalmente vivo en un lugar llamado Spinner's End, en Inglaterra, pero creo que no sería adecuada para el niño que vivió.

Harry se puso rojo.

-Esta es la mansión de mi familia... hace mucho que no vengo.

Snape abrió la puerta, con un movimiento de su varita, y entraron. Era verdad, estaba claro que la mansión no había sido usada en mucho tiempo, se veía en las telarañas y en el polvo, pero a Harry no le importaba. El lugar era increíble.

-La elfina Winky comenzará a trabajar aquí. Dumbledore cree que no se adaptó correctamente a Hogwarts y me la ofreció. Pronto este lugar estará mucho más limpio-dijo Snape.

Harry asintió, y siguió al profesor por unas largas escaleras de mármol hacia el segundo piso, donde se podían ver por lo menos 10 habitaciones.

-En la del final del pasillo dormirás tu-dijo Snape, mirando a Harry-quiero que la habitación esté completamente ordenada todo el tiempo que estás aquí, ¿quedó claro?

Harry asintió nuevamente.

-Winky no trabaja para ti, por lo cual no puedes pedirle cosas ni que ordene tus desastres-continuó Snape-y tendrás que hacer tareas en la casa como todo chico, sin ponerme problemas.

-No pondré problemas...-susurró Harry, avergonzado.

-Bien, eso espero. Ve a tu habitación y ordénala. Además, aprovecha de limpiar-agregó el profesor, haciendo aparecer un trapeador y un balde lleno de agua.

Harry asintió, sintiendo que volvía a vivir con los Dursleys. Snape agrandó su equipaje y se alejó, subiendo las escaleras al que debía ser el tercer piso.

Harry tomó su equipaje como pudo, y el trapeador y la cubeta llena de agua. Llegó a su habitación con mucho esfuerzo.

Era una habitación bonita, pero se notaba que debía ser la más pequeña de la casa. Con suerte cabía la cama y el armario. Pero a Harry no le importaba, se veía mejor que la que tenía en casa de los Dursleys.

Comenzó a ordenar sus cosas, guardando su ropa en los armarios. Había comprado mejor ropa el año anterior, debido a que estaba harto de tener que usar la ropa grande de Dudley, así que tenía mucho que ponerse. Guardó con cuidado los chalecos que le hacía la señora Weasley cada año, los cuales había guardado, aunque le quedaran pequeños.

Después, empezó a limpiar y trapear toda la habitación, preocupándose de que nada quedara con telarañas y polvo. Cuando hubo terminado, un pedazo de pergamino apareció flotando frente a él. Harry lo tomó y lo leyó:

"Limpia todo el piso, incluyendo sus habitaciones. En la salida de tu habitación encontrarás más productos de limpieza.

SS"

Harry soltó un suspiro y asintió. Le quedaba mucho que hacer todavía. Le dolían mucho los brazos, después de todo, seguía adolorido después de lo que le había sucedido, pero de todas maneras sabía que no tenía escapatoria. Tendría el peor verano de su vida.