Lies

4- Puestos de trabajo

El día en el que Harry debía volver a Hogwarts, el chico se despertó temprano, y hizo su equipaje con rapidez. Se había olvidado de hacerlo en la noche, así que había tenido que despertarse aún más temprano para poder hacerlo en la mañana.

Salió de su habitación a las 8:00am, con todo listo, y ya vestido, para ir a desayunar. Estaba emocionado por volver a Hogwarts. La verdad era que esos días habían sido bastante aburridos, ya que su padre se había pasado encerrado en su laboratorio y Harry, que sabía que odiaba que lo interrumpieran, simplemente se había mantenido fuera de su camino.

Cuando llegó a la cocina, se encontró con que Severus estaba sentado allí, como siempre en las mañanas, leyendo el periódico. Algo le llamó la atención de su padre... su... vibra. Parecía molesto, parecía realmente malhumorado.

-Buenos días-dijo Harry, sonriéndole.

Severus respondió con un movimiento de cabeza, sin despegar la vista del periódico.

-¿Cómo dormiste?-preguntó Harry, intentando sonar amable.

-Bien-respondió su padre, cortantemente.

-Oh... yo también, pero se me olvidó hacer mi equipaje ayer en la noche, así que tuve que hacerlo hoy en la mañana-comentó el chico, intentando hacer conversación.

Severus no contestó.

-¿Todo bien?-preguntó el chico.

-Harry, ¿puede ser que por un solo día comamos en silencio?-preguntó Severus, con dureza.

Harry bajó la vista, dolido, y asintió-lo siento.

El resto del desayuno fue, como Severus quería, en silencio. Harry comió lento y sin mucha hambre, se le había quitado el apetito con el mal genio de su padre, así que ya no tenía mucha hambre, ni tampoco la emoción que sentía antes.

Una hora después, Severus miró a su hijo y sintió un golpe de culpa en el pecho. No era culpa de Harry lo que Dumbledore le había contado, no tenía que desquitarse con él. ¿Por qué le costaba tanto ser amable con el chico?

-¿Quieres ir a Hogwarts conmigo? Podríamos pasar el día juntos...-dijo Severus, bajando el periódico.

Harry negó, molesto por los cambios de ánimo de su padre-prefiero ir en el tren.

-Oh. Está bien. Entonces te llevaré a King's Cross-dijo Severus, levantándose-ve a buscar tus cosas.

Harry asintió, se levantó y salió de la cocina.

-¿Winky poder decirle algo, amo Severus?-preguntó la elfina, mirándolo.

Severus la miró y asintió.

-Debe ser más... dulce... con el amo Harry, señor. El amo Harry ser solo un niño.

Severus miró la puerta por la que había salido su hijo y soltó un triste suspiro. A veces lo olvidaba, olvidaba que ese chico era un niño, y que ese niño era su hijo.

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Cuando llegaron a King's Cross, Severus tomó un carrito y ayudó a Harry a subir todo su equipaje sobre él. Harry le agradeció duramente y tomó el carrito, con el cual comenzó a caminar, sin esperar a su padre. Severus lo miró con tristeza y lo siguió. No sabía cómo pedirle perdón a Harry, cómo decirle que sentía cómo lo había tratado en la mañana.

Llegaron frente a la plataforma 9 3/4 y Harry la cruzó sin mirar atrás. Severus lo siguió, y cuando se encontró al otro lado, se demoró en encontrar a su hijo, que ya había subido su equipaje al tren. Estaba junto a Ron Weasley y a Hermione Granger, que reían por algo que Harry había dicho.