Lies

17- Comenzando

Harry se encontraba sentado en la enfermería leyendo su libro de pociones. Tenía tarea atrasada ya que llevaba toda una semana durmiendo, pero ahora que se sentía mejor y podía sentarse, había decidido comenzar con pociones y ponerse al día.

Sabía que pronto dejaría el libro al lado, de cualquier manera, porque la campana sonaría y August y Severus saldrían de clases para venir a verlo.

Aunque llevaba una semana ya bastante cercano a Snape, que había estado constantemente a su lado, ayudándolo, cuidándolo en sus interminables noches de dolor en la mano, y acompañándolo con August para que no estuviera solo, todavía no era capaz de decirle "Papá". Creía que... no era algo tan rápido, tan... fácil. Todavía se le hacía difícil pensar que estaba entrando a esa familia, que lo estaban aceptando y él... bueno, también. Pero decirle "Papá" era simplemente demasiado para lo poco que llevaban. Así que había decidido decirle Severus, y él había aceptado, sin decir nada.

En menos de media hora, Severus y August entraron a la enfermería, casi al mismo tiempo. Harry les sonrió al verlos y dejó su libro de pociones a un lado.

-Aleluya, Harry Potter estudiando-dijo Severus, al verlo.

Sin embargo Harry sabía que no lo decía de mala manera. Había aprendido a descifrar las bromas de Severus.

-Ja Ja Ja-dijo Harry, mirándolo con una sonrisa traviesa-¡he estado estudiando mucho!

-Que Merlín nos salve a todos, el mundo se va a caer-dijo Severus, acercándose a su hijo, besando su frente y sentándose a su lado, en una silla. August, en cambio, dejó su mochila junto a la cama de Harry y se sentó en los pies de la cama, como todos los días anteriores.

-Yo no estudié nada cuando tuve el accidente-dijo August, encogiéndose de hombros.

-Bueno, y se ve en tu desempeño escolar-respondió Snape, mirándolo con severidad.

-¡Vamos Severus!-dijo Harry, riendo-todavía somos jóvenes. ¡Tenemos mucho tiempo por delante!

-Si, y los TIMOs este año también-le recordó Snape, desordenando su cabello.

-Ya tendremos tiempo para esos-dijo August, haciendo un gesto con la mano como si no importara mucho-ya verás que nos irá bien.

-Nunca les he preguntado-dijo Snape, con aire pensativo-pero ¿qué quieren hacer cuando salgan de Hogwarts?

-Yo quiero ser Auror-dijo Harry, sin pensarlo dos veces.

-Yo Sanador-dijo August, encogiéndose de hombros.

-Ambos necesitan entrar a los NEWT de pociones. Más les vale esforzarse-dijo Snape, mirando a sus hijos-tienen que estudiar mucho.

-¡Lo haremos!-dijo Harry, sonriendo-pero ahora... mejor que estemos, bueno, ¿en familia?

Severus lo miró sorprendido y sonrió un poco-bueno, solo por hoy.

Harry le sonrió y siguió conversando con su hermano, que le contaba lo que había pasado en la clase de ese día de Pociones.

Severus miró a sus hijos en silencio, pensando en lo rápido que había cambiado su vida de un minuto a otro. Como, de la nada, había pasado a ser padre de dos chicos increíbles. Se sentía afortunado de tener a Harry y a August junto a él, y le gustaba ver lo bien que sus dos hijos se llevaban, lo cercanos que se estaban haciendo. Después de todo, habían nacido el mismo día y tenían la misma edad, eran prácticamente mellizos.

-¿Podemos ir a casa para Navidad?-preguntó August, sacándolo de sus pensamientos.

-¿Quieren ir a casa?-preguntó Severus, sorprendido. Solo quedaba una semana para que comenzaran las vacaciones de Navidad.