Lies

9- Se llama Harry

Harry despertó más adolorido que nunca, los brazos lo estaban matando. Se levantó de la cama y vio su reloj, eran las 3:00am. Iría a tomar un vaso de agua para poder calmar su dolor.

Se levantó de la cama y salió de su habitación, en puntillas de pie, para no despertar a Snape. No quería tener un problema con él como en la primera noche. Después de eso, había puesto un hechizo para que no sonaran sus gritos de sus pesadillas por toda la casa. Sabía que no debería haber usado magia, pero no se le ocurría otra manera para no tener pesadillas.

Caminó por la mansión lo más silenciosamente que pudo, y después de bajar las escaleras, llegó a la cocina, donde encendió la luz. Casi dio un grito al darse cuenta de que no estaba solo.

Snape estaba allí, sentado en medio de la oscuridad tomando una taza de té. Snape lo miró, y dejó su taza en el plato.

-Parece como si hubieras visto a un muerto, Potter-dijo el profesor, con una sonrisa burlona.

-¿No le molestaba tener la luz apagada, señor?-preguntó Harry, nervioso.

-Es un talento, veo bien en la noche-dijo Severus, volviendo a beber de su taza de té-¿necesitas algo?

-Que-quería tomar un vaso de agua-dijo Harry, encogiéndose de hombros.

-¿No quieres una taza de té? Tengo el té preparado-ofreció Snape.

Harry lo miró sorprendido, ¿por qué Snape estaba siendo amable con él?

-Yo... bueno-susurró Harry.

-Ven, siéntate-dijo Snape, señalando la silla frente a él-te la sirvo de inmediato.

Harry obedeció y se sentó, sin dejar de mirar a Snape realmente sorprendido. Snape le sirvió la taza de té, la puso frente a él y se sentó.

-¿Quieres azúcar?-preguntó el profesor.

Harry asintió, y el profesor le pasó un frasco con azúcar.

-Yo... gracias-dijo Harry, sin saber qué más decir.

Snape movió la mano, como diciendo que no importaba y siguió bebiendo de su taza.

-¿Tendré que hacer muchas tareas mañana?-preguntó Harry, intentando hacer conversación.

-No vas a hacer más tareas...-respondió Snape, negando-tienes que empezar con la oclumancia, Potter, después de todo, por eso estás aquí.

Harry asintió y sonrió un poco, tratando de esconder su sonrisa con la taza.

-¿Es muy difícil?-preguntó Harry, después del silencio incómodo que llenó la habitación.

Snape negó-para algunas personas lo es, pero no creo que lo sea para ti.

-¿Por qué?

-Porque eres un Snape. Los Snape son innatos en este arte.

Harry lo miró sorprendido. ¿Acaso había reconocido que era su hijo?

Snape volvió a beber de su taza, como si no hubiera dicho nada increíble-aunque claro, puede que seas un fiasco también. Tienes la cabeza en la nubes, así que también puede ser.

Whoosh la emoción que sentía se desintegró. Claro no que había reconocido que era su padre, simplemente había dejado en claro algo obvio.

-¿Profesor?

-¿Mmm?

-¿Sabe si... una familia puede adoptar a un mago de 15 años?-preguntó Harry.

Snape levantó la vista y lo miró-¿alguien quiere adoptarte?