Rhinestone Eyes -Kookmin/Namjin-

She's my collar

La verdad,  única, objetiva, inamovible. La verdad no pertenece al mundo de las opiniones, de las consideraciones, de las apariencias, como un ente etéreo permanece fuera del alcance de la materialidad. Así era la verdad en su noción más ideal, un bien ultimo, el concepto regente del conocimiento elemental. Para Seokjin, este siempre había sido uno de los elementos de la realidad que habían constituido su sistema de valores y creencias, su visión del mundo y su personalidad.

No obstante, a medida que fu creciendo descubrió que dentro del reino de la corporeidad donde vivían los seres orgánicos, la verdad era un concepto que escapaba de sus manos. Sin importar los ejercicios de la razón, cualquier intento de concebirla fuera de un escenario de abstracción pura, se volvían soliloquios de entelequia. 

Entonces nunca estaban los hechos, no por si mismos, los hechos siempre venían acompañados de consideraciones e interpretaciones, de razones y motivos, de efectos y consecuencias. Los hechos solo eran pequeños nodos en la gran red de acontecimientos del mundo vivo, kinetico y alejado de la verdad. De alguna manera había aprendido a vivir con este hecho, pero eso no significaba que le gustase, la aceptación distaba de la complacencia.

Y en este momento Seokjin estaba lejos de estar complacido. Aún así se dio merito al buen juicio de investigar las memorias de su tío, así fuera por mero sentimentalismo de ver los primeros años de vida de Namjoon. No esperaba encontrar más de escenas cotidianas de una familia con un infante, no había conocido mucho a su tío pero el amor que tenía por la madre de Namjoon le precedía, no fue un buen padre con su hijo mayor pero esperaba que en esos primeros años algo del amor que tenía por la madre se reflejase en el hijo.

De la madre tenía algo así como información genérica que recolecto por fragmentos de conversaciones a lo largo de su vida, una mujer particularmente hermosa e inteligente con una carrera prominente en medicina, tenía buena salud hasta que ya no la tuvo y murió joven, más allá de eso nada. Pero las personas, aún con vidas resumidas en un párrafo son más que eso, y parecía que con Tsunaina Limbu era mucho más lo que se callaba que lo que se decía.

Lo primero que había buscado Seokjin fue la fecha del cumpleaños de Namjoon, pero nada, ese día Kim Nam Kyung solo tuvo u día usual en su trabajo, absolutamente nada relacionado con su esposa dando a luz. El hombre no era un padre ejemplar pero aquello le parecía por demás extraño, avanzo en los días y nada, no solo no había ninguna señal del alfa recién nacido sino que el hombre tampoco parecía contactar con su esposa.

En busca de respuestas Seokjin fue un poco más atrás en los días y no fue hasta dos semanas E.S de la fecha del nacimiento de Namjoon que pudo encontrar una señal de contacto entre él y la mujer, una llamada. La voz de esta era bastante fuerte, un poco profunda y rasposa pero se las arreglaba para de alguna forma sonar dulce, quizás porque hablaba con cierta suavidad que por lo grueso de la voz parecía empalagar y arrastrase entre las silabas como la miel cuando se queda entre tus dedos.

La conversación era completamente rutinaria, casi parecía escucharse él hablando con Jungkook. Un intercambio de palabras entre personas muy cansadas para ser cariñosas en el que decían brevemente cuando iban a poder estar en casa por el trabajo. Supuso que todas las parejas llegan a ese tipo de interacciones en algún punto, pero nuevamente no hubo una sola mención del embarazo, por suerte intercambiaron la fecha del regreso de Tsunaina a casa, dentro de dos meses E.S, aparentemente estaba trabajando en un proyecto muy importante y debía permanecer en las instalaciones durante la ultima fase hasta la culminación.

Seokjin suspiro con una ansiedad creciente sobre todo este asunto de la omisión de mención o aparición de algo relacionado con el bebé pronto a nacer y se apresuro a adelantar hasta la fecha que se suponía volvía la beta a casa. Se sentía como cuando Jungkook le animaba a ver una serie juntos y perdía la concentración en algún punto y tenía que retroceder y adelantar hasta atar los cabos sueltos.