People

66 12 8
                                    

Se tenían que mover y rápido, era algo que ya había pensado anteriormente pero ahora tenía la confirmación en forma de un escarabajo rastreador destruido en su mano. Había sido estúpido destruirlo, lo sabía, pero ya era demasiado tarde para hacer otra cosa. El modelo en su mano, aunque destrozado era más avanzado que los que el mismo tenía pero estaba seguro que mantenía el mismo mecanismo que enviaba la ultima dirección de estadía antes de su destrucción.

Aún así, tenía que destruirlo antes de que pudiera enviar más información, como quienes estaban en la nave. Lo único que tenía Hoseok a su favor era el factor sorpresa y lo sabía. Sin embargo, no le había tomado del todo por sorpresa, desde que había capturado al chico "Min Yoongi" se imaginaba que algo así podría pasar, después de todo si alguien se perdía debían estarlo buscando. 

Buscando 

Seguramente su familia, seres queridos, alguien se daría cuenta de su ausencia. Eso lle dejaba un pequeño sentimiento de incomodidad, un sentimiento que extinguió de su pecho mientras estaba en formación. Con familia o no, él era uno de ellos. Revisando el mapa estaba casi terminado, solo detalles de nombres ausentes, adicional a el castaño le hacía preguntas referentes a la organización interna con lo que creaba un organigrama.

No importaba si el chico tenía familia o no, Hoseok tampoco vería nunca más a las personas que amaba, ni siquiera si regresaba, ya estaban muertas mientras el estaba allí. Se sacudió el pensamiento de ellos de su mente y fue en busca del chico, debía preparar las cosas para ponerse en marcha. Para su sorpresa, le encontró durmiendo. 

La respiración calmada y profunda hacían salir en largas y suaves exhalaciones el aire contenido que marcaba el compás de los viajes de su consciencia de entre la divagación onírica a la deriva del placentero abandono. Hoseok se preguntó si alguna vez había podido permanecer en dicho estado, con una indiferencia absoluta hacia el mundo más allí de si, un sueño que resembla  al narcisismo infantil, de cuando el niño no es consciente de nada más allá de sus necesidades.

Era curioso como podía dormir de esa forma a pesar del miedo. Observando su rostro era notable la hendidura cóncava bajo su ojos que pintaban la piel blanquecina en un oscuro tinte provocado por la acumulación de sangre bajo la piel en la zona.  Su otro ojo, cubierto por la venda debía estar a salvo de las ojeras, manteniendo la inflamación al rededor de la herida, se estaba curando bien pero la zona permanecería inflamada y rojiza un poco más.

El estado de su hombro era mejor, la inflamación había bajado hasta ser casi imperceptible a menos que se la comparase con el otro hombro de forma detenida. La movilidad no obstante permanecía limitada, pero esto lo atribuía más al miedo que a una imposibilidad motora a raíz de la lesión. 

Porque las heridas sanaban, pero el miedo permanecía, siempre lo hacía. Él mismo conocía el sentimiento y no esperaba nada diferente de este chico, al final del día todos eran animales de instintos. Lo que le sorprendía era que a pesar del miedo el chico se las manejaba para tener un sueño profundo, claro, había caído rendido de cansancio luego de permanecer todo el tiempo que pudo despierto hasta que finalmente desfalleció. 

A cualquiera le hubiese parecido natural un estado de relajación profunda dado por un sueño inducido a la fuerza por el cuerpo como respuesta a la privación del descanso. No Hoseok, no cuando su cuerpo estaba entrenado de una manera en la que descansar era un concepto ajeno y distante, incluso en su sueño estaba siempre al borde, sentidos alertas a cualquier señal externa. Lo más aproximado que tenía a ello era la suspensión, pero la suspensión no te proporcionaba descanso, la suspensión te anulaba o te plagaba de pesadillas. 

Al principio era como un parpadeo, cerrabas los ojos y los abrías, con la diferencia de que cuando los abrías habían pasado cientos de años. Pero conforme avanzaba el tiempo la experiencia cambiaba, una imagen de Cora apareció en su mente, como tantas veces, Hoseok sabía que primero se olvidaría a si mismo que a ella.

Rhinestone Eyes -Kookmin/Namjin-Where stories live. Discover now