CAPÍTULO I

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La melodiosa voz femenina era una atrayente droga sonora para los transeúntes que caminaban por los alrededores de la fuente del centro comercial de ese pueblo

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La melodiosa voz femenina era una atrayente droga sonora para los transeúntes que caminaban por los alrededores de la fuente del centro comercial de ese pueblo.

Una joven adolescente cantaba sentada en el cantero tocando su guitarra con notas magníficamente acertadas. Su cabello azabache rebelde cubría su aniñado rostro, solo se podía ver como sus labios rosados se movían soltando palabras melodiosas que combinaban con las notas de la acústica guitarra.

Los vitoreós y aplausos se escucharon en cuanto dejo de tocar y cantar, levanto la vista con una gran sonrisa, observo felizmente como las personas jóvenes, adultos y niños depositaban en su estuche de la guitarra: moneditas y algunos pocos billetes.

— ¡Muchas gracias! — agradeció en voz alta a todos mientras hacía una sincera reverencia respetuosa, varios la elogiaron y felicitaron a la vez que se marchaban, la joven adolescente decidió hacer lo mismo.

La joven pelinegra guardo su guitarra en el estuche junto con su changuita del día, se puso de pie con el instrumento dentro de la funda, colgada en su espalda con las tiras de mochila que tenía, lista para marcharse dio media vuelta chocando de frente con una persona adulta.

— Disculpe...

— Niña ¿No quieres convertirte en una famosa cantante?

— Nooo...

°°°

10 años después.

— ¡Te dije sin soda!

La queja del día se hizo presente. Todos los trabajadores que se encontraban en el escenario suspiraron, los bailarines se alejaron deseando no ser la víctima del día del malhumorado cantante.

La asistente empezó a sollozar ante la agresividad de su jefe, nadie se metió a defenderla, nadie quería la furia de Inuyasha Taisho encima de ellos.

— ¡Despedida! — gruño al decirlo, la pobre asistente con lágrimas en sus ojos y sollozando corrió fuera de la vista de todos — ¿¡Acaso nadie hace su trabajo bien!?

— ¡Suficiente por hoy, todos a prepararse para la presentación de los premios! — intervino el agente del cantante sacándolos del tenso silencio, bailarines y trabajadores de sonido e iluminación se marcharon sin oposiciones.

— ¡Agh!

— Es tu cuarta asistente en el mes Inuyasha... — reprocho su agente acercándose al malhumorado peli plata.

— Consigue la quinta entonces — bufó poniéndose de pie y también desapareciendo del escenario.

Su agente peli negro suspiro cansado, ese chico desbordaba de talento pero tenía escases de humildad y amabilidad.

Tu Voz, Mi AdicciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora