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CAPÍTULO XXXIX
- Tuve antojos de uvas, así que vine a aquí a llevarme unas cuantas - señalo la canasta en su mano.
- ¿Unas cuántas? - murmuro gracioso Inuyasha, en esa canasta no habían uno o dos racimos de uvas, habían cinco racimos.
- Bueno...es que sabría que había visitas... - se encogió de hombros con un ligero sonrojo - ¿Qué te tomo tanto tiempo para venir?
- Bueno, en primer lugar. Tú enojada - Kagome volteo los ojos mientras que tomados de la mano empezaban a caminar en dirección hacia la casa - Y lo otro, no podía arriesgarme a venir teniendo como acosadores a los fotógrafos...corría el peligro de traerlos hasta aquí.
- Ujumm ya veo... ¿Y entonces cómo es que estás aquí?
- Tuve que pedirle al estúpido de Sesshomaru que se haga pasar por mí...
- Me sorprende que haya aceptado.
- Prácticamente le suplique Kagome - Inuyasha giro su cabeza hacia otro lado evitando que su novia observará su expresión de vergüenza.
- Ouuuh amor - Kagome sonrío y se detuvo en el camino para ponerse de puntillas y alcanzar a besar a su peli plata - eres el mejor.
- Lo sé.
°°°
- ¡Oh, ahora resulta que soy yo la que hui! - Inuyasha y Kagome se miraron al escuchar gritos justo al estar llegando a la casa.
- ¡Sí, huiste porque no quisiste intentarlo!
- ¡No, no, no! ¡Porque intentarlo sí me engañaste!
- ¡Que eso fue un malentendido y no me quisiste escuchar!
- ¡Pero vete con tus pre...!
- ¡Y sigues sin escucharme!
Kagome e Inuyasha guardaron distancia de sus amigos que discutían justo en la entrada de la casa, rojos de la furia. La castaña y el peli negro tenían una discusión que solo ellos mismos comprendían.
- ¿¡Pero que son estos frutos gritos en la entrada de mi propiedad!? - el grito del señor de la casa y patriarca Higurashi se escuchó interrumpiendo la discusión de la castaña y el peli negro.
Seguido de Onigumo salió su esposa Sonomi y la cadena siguió con Rin y Sota que querían curiosear, Inuyasha y Kagome conociendo el temperamento del patriarca dieron grandes pasos hacia atrás.
- ¡Se van ya mismo a limpiar los establos! - Sango se sobresaltó al igual que Miroku, pero ella conocía a Onigumo y asintió enérgicamente.
- S...sí - tartamudeó Sango tomando el camino hacía los establos, Miroku confundido la miro y luego al hombre ¿Esa orden también iba para él?
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Tu Voz, Mi Adicción
Teen FictionLa vida para Inuyasha Taisho desde niño había sido sencilla o así es como la veía él desde su propio punto de vista personal. En su prestigiosa infancia descubrió que era alguien bueno para el canto y a él eso le encantaba. Cuando un agente de una...