Capítulo 41

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Aline.

Camino de un lado a otro mientras me encuentro en la sala de espera del hospital, no puedo evitar morder mi uña en cada segundo que pasa, los nervios carcomen mi interior y el solo hecho de tener que esperar lo peor logra desequilibrarme por completo.

Veo a Charles a la distancia, él se acerca y me detengo lentamente esperando a lo que sea que tenga por decir, una vez frente a mí habla.

-el señor llegará en cualquier momento- anuncia.

-¿le has dicho a Noan?- pregunto y él asiente- Charles, él estaba ocupado en Londres, no quiero interrumpirlo con mis problemas de mierda.

-tus problemas nunca serán una molestia, bella- escucho su voz detrás de mí, volteo lentamente viéndolo de pie aquí, su traje negro estaba perfectamente arreglado y tenía un abrigo sobre este, su cabello estaba perfectamente peinado y sus ojos azules me miran, había preocupación y molestia en ellos.

Mira detrás de mi y lo veo apretar su quijada al mismo tiempo que habla con voz dura hacia Charles.

-¿dónde está lo que pedí?- pregunta y me muevo un poco para verlos a ambos, Charles traga saliva al mismo tiempo que se nota nervioso, trae consigo un pequeño papel, mismo que extiende a Noan quien lo acepta para leerlo de inmediato.

-uno de nuestros hombre lo siguió hasta ahí, señor- responde Charles- estamos esperando a que usted ordene.

Noan guarda aquel papel en el interior de su abrigo y mirando de nuevo a Charles le hace una seña con su quijada, señal que el otro hombre entiende de inmediato y se va de aquí.

Noan me repasa de arriba a abajo, aprieta sus puños deteniendo su mirada en mi pierna y mano derecha, había caído de ese lado y la acera había logrado lastimarme un poco.

-¿Te ha revisado ya un doctor?- pregunta, sus ojos conectan de nuevo con los míos y espera por mi respuesta.

-no- respondo de inmediato- estoy esperando a que me den noticias sobre Edith.

-llamaré a un doctor- avisa- deben de curarte esas heridas.

-estaré bien, Noan- interrumpo, ignora lo que he dicho y lo veo caminar hacia una enfermera en recepción, solo veo como se recarga en aquel apartado al mismo tiempo que comienza a hablar con la mujer de uniforme blanco, ambos me miran y veo al rubio señalar mi pierna mientras aquella mujer lleva su mirada hasta esta, le dice un par de palabras y después de unos segundos él viene junto a aquella misma mujer.

-vamos, bella- habla Noan- esta amable mujer te curará.

Quiero decirle que no es necesario y que estaré bien que lo único que quiero saber es lo que está pasando con Edith, quiero decirle que ella y su bebé son lo único que me importa en este momento pero sé que eso no impedirá el hecho de que él insista en que me revisen, termino asintiendo y solo seguimos a aquella mujer hasta una pequeña habitación en tonos blancos, tomo asiento en la camilla aquí mientras aquella mujer se acerca con una bandeja que contiene un montón de cosas que empleará para mí, solo dejó que haga su trabajo, no puedo evitar hacer muecas o apretar mis labios al sentir como el alcohol que aplica en la herida en mi pierna quema,  termina después de unos minutos, sale de la habitación con la excusa de que traerá lo necesario para seguir con mi muñeca, solo asiento.

Noan y yo quedamos solos aquí, levanto mi mirada lentamente de mi pierna y lo atrapó ahí, mirándome, no dice nada, solo se mantiene callado mientras su mirada está conectada con la mía.

Sé que está molesto, sé que está más que encabronado, lo conozco, aquella expresión en su rostro lo dice todo, aquella manera tan particular en la que aprieta sus puños y en la que su quijada se contrae expresa todo, sabía que seguramente en estos momentos lo único que deseaba era encontrar a Adrien y hacerlo pagar por haberme empujado.

Tu nombre en mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora