Capítulo 67

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Aline.

Miro mi reflejo en el espejo frente a mi, paso mis manos sobre la tela del vestido blanco que adorna mi cuerpo, un vestido blanco que hace saber a todos que soy la novia en esta boda. Sonrío mientras miro el resultado final, no podía estar más satisfecha, lucía hermosa.

Miro a Acacia, Giselle, Alissa y Allan quienes están detrás de mí mientras me miran sonrientes, joder, volteo hacia ellos y solo sonríen aún más.

-luces hermosa- Alissa habla, ellas traían un vestido azul largo y Allan un traje de este mismo color.

-gracias- respondo aún sonriente.

Acacia me pasa mi ramo y solo lo acepto, la sonrisa en mi rostro no desaparece por ningún solo segundo, joder, esto era un sueño haciéndose realidad.

-llego la hora- habla Giselle y asentimos mientras salimos de la habitación.

Todo sería aquí en la mansión, se haría la ceremonia y la fiesta aquí, así lo habíamos decidido Noan y yo.

Llegamos hasta el jardín en donde ya se encuentran varias personas, no puedo evitar sonreír al ver que están justo los que deben de estar.

Todos comienzan a prepararse mientras van hasta sus lugares asignados y a mi me esconden un poco con la intención de que Noan no me vea aunque tampoco he podido verlo a él, mis damas de honor se preparan en fila delante de mi, antes de ellas está Noan junto a Giselle y antes del francés y la alemana están Lara y Eric quienes se encargan de lanzar pétalos de rosas, Giselle y Noan son los primeros en salir después de los dos pequeños y después cada una de las chicas comienza a caminar siguiendo aquel camino, cada vez me pongo más nerviosa, antes de salir por completo siento que no puedo hacerlo.

-¿puedo?- una voz a mi lado me hace levantar la mirada del piso, sonrío al ver a Agapios aquí- puedo acompañarte hasta el altar si lo deseas- continúa- sé que tal vez no soy el indicado para esto pero tampoco puedo dejar que vayas sola, te conozco desde hace años y no me molestaría acompañarte.

Sus palabras sin duda alguna hacer que los nervios se alejen un poco, sonrío mientras asiento y sonríe también, acomoda su traje en tonos beiges y solo acomodo mejor la rosa azul en el bolsillo de su saco.

-joder, ahora siento que quien se va a casar soy yo- habla y río mientras me ofrece su brazo y lo acepto- ¿lista?- suelto un suspiro lento.

-creo que sí- respondo y finalmente salimos para comenzar a caminar por aquel mismo pasillo, las miradas se posan en nosotros, no puedo evitar apretar ligeramente el brazo de Agapios, estaba demasiado nerviosa.

Aquellos nervios se hacen a un lado y en su lugar una enorme felicidad y alegría se instala al ver a Noan en el altar, estaba vestido en un perfecto esmoquin blanco que hacia resaltar su cabello y ojos a la perfección, mi corazón se acelera al verlo ahí, esperando por mi, los nervios desaparecen al ver la manera en que me mira y me siento aún más feliz al ver que sonríe en mi dirección, nuestras miradas conectan y nuestros ojos permanecen así hasta que finalmente estamos a solo unos pasos de él.

Sus ojos azules brillan con tanta intensidad que se han hecho mucho más claros de lo que alguna vez han estado, se han cristalizado un poco al igual que los míos.

-toda tuya- Agapios habla mientras toma mi mano y la extiende hacia el rubio quien la acepta de inmediato.

-gracias, hermano- habla Noan en dirección al griego quien sólo sonríe asintiendo para después caminar hasta su lugar.

Raffael, Agapios, Frederick, René y Giovanni Morelli estaban del lado de Noan mientras que Acacia, Alissa, Giselle, Camille y Allan estaban de mi lado.

-te ves hermosa, mi bella- Noan habla una vez estamos frente a frente, sonrío, creo que no he dejado de sonreír en este día. Él levanta mi mano y besa mi dorso sin romper la conexión entre nuestras miradas y es que para ser sinceras no podía dejar de mirar aquellos ojos que tanto me encantan.

-estamos reunidos aquí para unir...- el hombre aquí comienza a hablar, no puedo escuchar nada de lo que dice, solo sé que estoy perdida completamente en el rubio frente a mi quien me mira de esta misma manera, era como si de un momento a otro solo existieramos nosotros dos.

Volvemos a la realidad saliendo de aquella burbuja que habíamos creado cuando llaman la atención de Noan.

-perdón- se disculpa y suelto una pequeña risa al igual que otras personas aquí- acepto.

Vuelven a reír de nuevo.

-preguntaba que si tienen los anillos- ahora reímos nosotros dos, Noan vuelve a disculparse y solo voltea hacia la pequeña Lara Morelli quien sostiene un pequeño cojín con el que sería mi anillo- ahora sí- habla aquel hombre de nuevo- Noan Salvatore, ¿aceptas a Aline Vial como tu esposa?

-acepto- responde el rubio- yo, Noan Salvatore, te acepto a ti, Aline Vial, como mi esposa, te amo y te amaré cada uno de los días de mi vida, prometo hacerte feliz de la misma manera en que tú me haces feliz a mí, te acepto completamente en cuerpo y alma- comienza a deslizar aquel anillo sobre mi dedo anular- prometo cuidar tu espalda siempre, sostenerte en tus buenos y malos momentos, acompañarte en los días buenos y aún más en los días malos, seré tu guía y tu soporte cuando lo necesites, te amo y te amaré en cada una de las vidas, siempre volveré a ti, siempre querré volver a ti- mis ojos se cristalizan ante sus palabras y deja aquel anillo completamente en su lugar.

Mi turno llega, volteo hacia el pequeño Eric quien sostiene al igual que Lara un pequeño cojín con el anillo de Noan, lo tomo entre mis dedos y solo volteo mirando al rubio de nuevo.

-Aline Vial, ¿aceptas a Noan Salvatore como tu esposo?- trago saliva nerviosa.

-acepto- respondo y el rubio sonríe haciéndome sonreír también- yo, Aline Vial, te acepto a ti, Noan Salvatore, como mi esposo prometiendo siempre estar junto a ti en los buenos y malos momentos, en la salud y en la enfermedad, prometo amarte y cuidarte cada uno de los días de nuestras vidas- comienzo a hablar mientras deslizo aquel anillo- prometo sostenerte también de la misma manera que tú a mi, prometo escucharte siempre, apoyarte y amarte cada uno de los días de mi vida hasta que la muerte nos separe- una pequeña lágrima resbala por mi mejilla- y aunque la muerte nos separe sé que también volvería a buscarte, siempre será así, te acepto como mi esposo en esta y cada una de las vidas, te amo y te amaré siempre.

Dejo aquel anillo finalmente en su dedo anular.

-por el poder que me concede la ley, los declaro marido y mujer- todos comienzan a ponerse de pie- Noan, puedes besar a la novia- sin esperar un segundo más aquel hombre se acerca, una de sus manos me toma por la cintura mientras que postra su otra mano en mi mejilla y une nuestros labios mientras todos aquí comienzan a aplaudir.

-al fin somos marido y mujer- habla Noan mientras roza su nariz con la mía sonriendo.

-al fin somos uno mismo, mon amour- respondo y solo sonríe para volver a unir nuestros labios mientras siento como una de sus manos se postra ahora sobre mi vientre y sin poder evitarlo llevo también mi mano hacia la suya mientras la entrelazo y las dejamos sobre el lugar donde nuestro ángel está creciendo.

Capítulo nuevo.

Espero que les guste.

Nos leemos pronto.

-Neftali.

Tu nombre en mi pielWhere stories live. Discover now