Capítulo 16

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Noan.

Cuatro años después.

-¿dónde está Maximiliano?- pregunto al instante que entro a la casa de mis padres.

-no lo sabemos- mi padre habla- ¿por qué?

-¿¡por qué!?- pregunto de mala manera, estaba encabronado, ese cabrón estaba pasándose de listo y  creyendo que no me daría cuenta de las idioteces que está haciendo- ¿¡cuándo mierdas pensabas decirme que le diste la libertad de hacer lo que quiera!?- mi padre me mira desafiante- ¿¡sabes en los problemas que ese cabrón puede meternos!?

-Noan...- mi madre intenta intervenir pero la interrumpo.

-ningún sermón de cuarta me hará cambiar de opinión- respondo- en cuanto lo tenga frente a mí me encargaré de arreglar la mierda que ustedes han hecho, está despilfarrando dinero, está haciendo desmadres por doquier- no puedo evitar soltar con odio.

-él también tiene derecho a divertirse- mi padre habla- también es nuestro hijo.

-Sí, así como también es un idiota que no sabe absolutamente nada de lo que hace- respondo- te recuerdo que el líder soy yo, padre- me acerco desafiante a él- el maldito líder soy yo y no puedes hacer nada sin consultarme, mucho menos cuando se trata de nuestra familia y nuestra mafia.

No espero siquiera a que él hable o diga algo más y solo doy vuelta para salir de aquí.

Llego a mi ferrari y subo a este para ir hasta mi club principal.

Llego después de unos minutos, bajo de este y comienzo a caminar para adentrarme.

Estoy caminando por el pasillo que conecta con mi oficina pero la voz de alguien hace que me detenga curioso.

-¿¡Noan Salvatore!?- alguien detrás de mí grita, volteo lentamente y veo a Charles quien detiene con su cuerpo a un hombre- ¡necesito hablar con usted!¡es importante!

Solo lo ignoro y continúo mi camino.

-¡es sobre Max!- eso hace que mis pasos se detengan- ¡necesito su ayuda!¡por favor!

Volteo de nuevo y lo observo mejor, su cabello es castaño con algunos rulos, ojos grises, alto y con cuerpo atlético.

Hago un asentimiento lentamente a Charles quien asiente de la misma manera y deja que aquel hombre pase, camina rápidamente y solo continúo para llegar a mi oficina, en donde entro dejando la puerta abierta para aquel hombre.

Camino hasta quedar detrás de mi escritorio, tomo asiento en mi silla giratoria e indicó a aquel hombre que tome asiento, lucía nervioso, desesperado, lucía simplemente de la mierda.

-¿quién mierdas eres y qué haces aquí?- mi voz es dura al hablar pero para ser sinceros eso no me preocupaba, desde hace unos años varias cosas me habían dejado de importar.

Veo como traga saliva, se pone de pie lentamente y veo como saca algo de uno de los bolsillos traseros de su pantalón, me pongo de pie de inmediato al ver eso mientras él deja aquella placa sobre la mesa.

-mi nombre es George Cavey- comienza- soy policía.

Lo miro de manera fulminante.

-¿qué mierdas buscas?- pregunto entre dientes.

-vengo en son de paz- menciona- realmente no quiero que pienses que estoy aquí para perjudicarte- comienza- sé quién eres, sé lo que haces, sé todo sobre ti y tu familia- aprieto mis puños, mierda- y no, no estoy aquí para amenazarte, no busco problemas- me mira, sus ojos grises desprendían aquel sentimiento que conocía a la perfección: dolor- necesito tu ayuda.

Tu nombre en mi pielWhere stories live. Discover now